Durante el período de celo, la hembra se encuentra en condiciones fisiológicas y psicológicas adecuadas, de forma que la copulación está permitida.
Antes que nada, debemos entender que para lograr una fertilidad superior al 90% y una prolificidad mayor, debemos contar con una adecuada combinación de todos los factores que influyen en el desempeño reproductivo.
La base de un buen celaje consiste en detectar y apartar la hembra que ha comenzado a manifestar los primeros síntomas de celo.
Por la importancia que reviste el período de celo o calores y su repercusión en la producción anual de cerdos, nos referimos a algunas recomendaciones prácticas para la detección del celo:
- Peso de la hembra entre 150 – 160 Kg
- Un <150 kg dará lugar a primerizas inmaduras y con un desarrollo insuficiente en la sala de partos.
- >160 Kg aumenta las necesidades de mantenimiento de las reproductoras. Un mayor riesgo de aparición de hembras con problemas locomotores, afectando su longevidad
- Grasa dorsal, mm: 12-14 mm
- Un <12 mm de graso dorsal dar una insuficiencia de reservar corporales para poder criar camadas numerosas.
- >14 mm un mayor número de partos problemáticos. Disminución del consumo de pienso durante la lactancia
- Edad entre 240 – 250 días de vida la cubrición
- Ganancia diaria (g/d): 600 – 660 g/día
- Se debe de contar con un equipo de empleados adecuadamente capacitados, motivados, y particularmente experimentado en cada una de las distintas rutinas diarias.
Supervisión y manejo de animales, detección de celos, manejo y cuidado de las dosis de semen, y las técnicas de la inseminación artificial.
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