Las endotoxinas y micotoxinas son compuestos tóxicos que afectan de manera importante la salud intestinal de los cerdos. Mientras que las endotoxinas tienen un origen bacteriano, las micotoxinas son metabolitos producidos por hongos micotoxigénicos.
Por separado, estas toxinas tienen consecuencias negativas importantes para la salud y productividad animal, pero además, cuando se encuentran juntos en el tracto intestinal, sus efectos nocivos pueden verse potenciadas debido a fenómenos sinérgicos.
Endotoxinas, Exotoxinas, Micotoxinas – ¿Qué son y por qué deben preocuparnos?
El primer paso para combatir los efectos de estas toxinas es comprender qué son y cómo llevan a cabo su acción patógena en el organismo:
En primer lugar, en relación a las bacterias, podemos encontrar dos tipos de toxinas: exotoxinas y endotoxinas.
EXOTOXINAS
Un ejemplo muy conocido de este tipo de toxina es la enterotoxina termoestable (STa) producido por E. coli enterotoxigénica (E. coli ETEC). Esta toxina se une a los receptores de los enterocitos del intestino donde interfiere con el transporte iónico y de agua, lo que se traduce en fenómenos de diarrea.
ENDOTOXINAS
Las endotoxinas son componentes de la membrana externa de las bacterias Gram negativas, también conocidos como lipopolisacáridos (LPS), que se liberan al medio cuando se produce la lisis bacteriana.
A diferencia de las exotoxinas, las endotoxinas no tienen células diana específicas y no son “intrínsecamente dañinas”, sino que se relacionan más bien con fenómenos inflamatorios exagerados en respuesta a su presencia en su organismo.
Cuando la barrera intestinal se ve comprometida, el paso de estas endotoxinas a la circulación sanguínea se ve favorecida y el sistema inmunitario “detecta” la presencia de estas toxinas como una señal de infección, desencadenando respuestas inmunitarias inflamatorias que, en los casos más graves, pueden dar lugar a enfermedades mortales (sepsis).
MICOTOXINAS
A diferencia de los hongos, que sí se pueden eliminar mediante tratamientos específicos, una vez producidos, las micotoxinas son estables y resisten a los tratamientos aplicados en el procesado. Por ello, la monitorización de la contaminación por micotoxinas es una parte fundamental de la fabricación de piensos.
Existen multitud de micotoxinas y cada una de ellas tiene efectos diversos sobre la salud de los animales una vez ingeridas, entre otros, problemas digestivos, hepatotoxicidad, alteraciones reproductivas, alteraciones pulmonares, inmunosupresión, etc.
Si bien, las micotoxinas más frecuentes que se encuentran contaminando los piensos son las aflatoxinas, la zearalenona, la toxina T2, el deoxinivalenol y la ocratoxina A, lo cierto es que cada vez se habla más de las micotoxinas modificadas y micotoxinas emergentes, y sobre la importancia de la co-ocurrencia de micotoxinas y los fenómenos de sinergia que pueden potenciar sus efectos nocivos para la salud. |
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Presencia de 31 micotoxinas en piensos para cerdos en España
La presencia conjunta de micotoxinas y endotoxinas en el tracto intestinal tiene efectos adversos sinérgicos en la salud de los animales y el consiguiente impacto económico. Como hemos visto anteriormente, la integridad de la barrera intestinal es importante para evitar el paso de las endotoxinas a la circulación sanguínea donde desencadena los fenómenos inflamatorios indeseables.
En este sentido, la presencia de micotoxinas que puedan dañar la barrera intestinal, afectar la función hepática y/o alterar la función inmunitaria puede favorecer que las endotoxinas “escapen” del intestino, desencadenando un proceso inflamatorio que, en condiciones normales, no tendrían por qué ocurrir.
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¿Podemos mitigar los efectos de las endotoxinas y micotoxinas?
Evidentemente, la mejor forma de evitar los efectos nocivos de estas toxinas en los cerdos es evitar su exposición a ellas. Sin embargo, esto no siempre es posible.
En el caso de las micotoxinas, es fundamental monitorizar el nivel de contaminación del alimento con micotoxinas y se pueden adicionar adsorbentes de micotoxinas que se unen a ellas en el intestino para que no puedan ser absorbidos por el animal.
En cuanto a las endotoxinas y exotoxinas, será importante:
- Llevar a cabo prácticas de manejo y bioseguridad y manejo que minimicen la carga de patógenos.
- Implementar programas vacunales efectivos frente a patógenos entéricos.
- Adoptar estrategias nutricionales que favorezcan el equilibrio de la microbiota intestinal y contribuyan a mejorar la salud e integridad del tracto gastrointestinal.