De acuerdo con el informe “El sector de la carne de cerdo en cifras 2024” elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), España volvió a registrar crecimiento en la producción porcina tras dos ejercicios de descensos. El país mantiene así su liderazgo dentro de la Unión Europea y se sitúa como el tercer productor mundial, con 53,9 millones de sacrificios y cerca de 4,9 millones de toneladas generadas en 2024.
En comparación con el año anterior, la producción mostró un repunte del 1,8% en volumen y del 1,5% en número de animales, lo que representa ya un 24,1% de toda la oferta comunitaria. Paralelamente, el censo de porcino avanzó un 2,2%, con comportamientos desiguales según categorías. Destacaron las subidas en Murcia (+32%), Andalucía (+4,2%), Extremadura (+3,6%), Castilla y León (+3,3%) y Aragón (+3%).
El proceso de reestructuración del sector continuó, reduciéndose el número total de explotaciones en un 2,5%. El descenso se concentró en las granjas más pequeñas, mientras que las de mayor capacidad (grupo II) crecieron un 1%, consolidando el peso de los modelos productivos de gran escala.
En el apartado de precios, el año repitió la pauta habitual: Estabilidad en los primeros meses, repunte en primavera y corrección en el último trimestre. El balance interanual se cerró con una caída del -1,1%, aunque todavía se situó un 16,4% por encima de la media de las últimas cinco campañas. El lechón terminó el ejercicio en torno a los 63 €/unidad, un 23% menos que en 2023, pero aún un 9% superior al promedio quinquenal.
El comercio exterior mostró un ligero retroceso: Las exportaciones de porcino bajaron un 1,3% en total. Las ventas dentro de la UE cayeron un -3,2%, mientras que las destinadas a países extracomunitarios crecieron un 0,9%. China continuó siendo el principal cliente (18,9%), pese a una contracción del -3,9%. En cambio, aumentaron las compras desde Rumanía (+2,6%), Italia (+0,8%), Portugal (+0,5%) y República Checa (+0,4%).
Por su parte, el consumo interno puso fin a la tendencia negativa. La carne fresca subió un 2%, aunque los transformados registraron una ligera bajada (-0,2%). La tasa de autoabastecimiento se moderó, en parte, por la ralentización de las exportaciones. A pesar de unos costes similares a 2023 y de las dificultades sanitarias derivadas de la PPA en países vecinos y de brotes de PRRS, el sector porcino español consolidó su fortaleza internacional.