El sector porcino en España sigue destacándose por su dinamismo a nivel mundial, con el país español afianzando su posición como uno de los principales referentes en producción y exportación. De acuerdo con el último Barómetro Porcino, el número de sacrificios de cerdos en España creció un 4% durante el primer trimestre de 2025 frente al mismo periodo de 2024, superando el ritmo de otros países europeos. Este avance también se refleja en las exportaciones, que experimentaron un importante aumento hacia mercados estratégicos como China (+9,8%) y Corea del Sur (+38,9%).
A pesar de estos buenos resultados, el sector afronta obstáculos significativos. Las plantas de sacrificio españolas han visto reducirse sus beneficios como consecuencia de la estabilidad de los precios de la carne dentro del país y la presión competitiva que ejercen otros exportadores tanto en Europa como en mercados internacionales. Además, el conflicto arancelario entre China y Estados Unidos ha frenado la recuperación de las compras chinas, afectando la demanda de cortes específicos como la panceta y limitando el crecimiento esperado.
En cuanto a las materias primas, los precios del trigo y del maíz muestran una clara tendencia a la baja, mientras que la cotización de la cebada se mantiene sin grandes variaciones. Este panorama ha llevado a muchos fabricantes a actuar con cautela y a retrasar decisiones de compra, esperando un contexto de mercado más favorable que les permita planificar con mayor seguridad.
Debido al riesgo latente de que la peste porcina africana (PPA) se propague, el sector porcino está intensificando sus protocolos de bioseguridad. INTERPORC ha difundido pautas esenciales que incluyen la desinfección y limpieza exhaustiva de vehículos, un control más riguroso de las importaciones de animales y productos cárnicos, así como la formación y concienciación de todos los actores involucrados en la cadena de producción. Estas iniciativas tienen como objetivo salvaguardar la industria frente a una enfermedad que podría impactar gravemente tanto en la producción como en las exportaciones.
Aunque España continúa liderando la industria porcina en el continente europeo, adaptarse a las nuevas exigencias del mercado y reforzar la seguridad sanitaria serán factores determinantes para conservar su posición privilegiada y sostener el crecimiento del sector en los próximos meses.