Cortar la cola a los lechones es una práctica muy extendida en las granjas porcinas para evitar la caudofagia
La UE quiere limitar prácticas como el corte de colas a los lechones y apuesta por la estrategia tomada en Suecia, Finlandia o Lituania para evitar la caudofagia.
Esta práctica que se basa en el corte sistemático de la cola de los lechones es conocida como raboteo. El principal impedimento de realizar el raboteo es el dolor agudo e incluso crónico que provoca a los animales. La prueba de ello es el ruido que hacen los cerdos en el momento en el que se les corta la cola. El gruñido del cerdo se agrava aun más cuando el corte se realiza sin cauterizar la herida.
Está comprobado que realizar un corte corto, dejando una cola de 2cm, es más eficaz pese que sigue sin ser la solución. El principal factor que causa la caudofagia es el estrés que sufren los animales. Este estrés es mayor en granjas en las que el suelo es de hormigón o de lamas de madera. Estos tipos de suelo impiden que el cerdo hoce o explore, conducta que llevan en su naturaleza. En libertad estos animales puede llegar a dedicar el 50% de su tiempo a hozar y explorar.
El principal factor que causa la caudofagia es el estrés que sufren los animales. Este estrés es mayor en granjas en las que el suelo es de hormigón o de lamas de madera.
Estudios recientes demuestran que las granjas con suelos de hormigón o de madera, en comparación con las de suelo de paja, tienen más problemas de caudofagia. La razón es que el animal, al no poder hozar, se siente reprimido y falto de estímulo. Por lo tanto, el cerdo al no ver saciada una necesidad natural, explora lo elementos manipulables de su alrededor que le puedan producir un estímulo. Ese elemento son las colas de sus compañeros porcinos.