El actual avance de la normativa Medioambiental y de Programas de Bioseguridad a aplicar en granja, ha provocado que la Gestión de los residuos zoosanitarios sea ya una parte del trabajo, interiorizada por todos los agentes intervinientes (ganaderos, veterinarios, empresas externas…).
Objetivo y directrices para una correcta gestión de residuos zoosanitarios
El objetivo principal de una gestión adecuada de los residuos zoosanitarios es la reducción de los riesgos propios de la actividad veterinaria, que puedan afectar al medio ambiente y al control de transmisión de enfermedades.
Esta gestión debe realizarse siguiendo unas directrices básicas de bioseguridad, de fácil aplicación, reduciendo al mínimo las problemáticas que puedan generarse.
Como con cualquier otra empresa externa que trabajemos, es fundamental [registrados] intentar que los vehículos de los gestores se acerquen lo mínimo a las explotaciones, además de sacar los envases con residuos para la entrega fuera del vallado o a zonas de libre tránsito comunes alejadas – ¡cuanto más cerca, más riesgos potenciales!
Se tiende a que las explotaciones fijen determinados días de la semana destinados a la retirada de los residuos zoosanitarios para minimizar los riesgos, previsión de su personal y control del Gestor.
Con la actual tendencia a la desmedicalización, que implica la aplicación de menos tratamientos, junto con las mejoras en el manejo realizado en la granja, se reduce la cantidad de residuos zoosanitarios a gestionar.
En caso de que, en cualquier momento o área, se produzca un derrame o rotura de algún envase con residuos, se debe introducir su contenido en otro recipiente destinado al mismo fin, además de desinfectar la zona afectada.