EL RETO DE INCORPORAR LAS CERDAS DE REPOSICIÓN
La incorporación eficiente de cerdas de reposición a una explotación porcina y la optimización de su futura vida productiva es esencial para garantizar la rentabilidad de la misma, siendo importante tener en cuenta los siguientes factores:
Alimentación de la cerda de reemplazo que permita conseguir los objetivos de peso, edad y maduración sexual adecuados en el momento de la primera cubrición.
Una correcta adaptación sanitaria a la explotación, realizando una cuarentena adaptada a cada situación, de forma que no se altere el estado sanitario de la granja.
Manejo para la estimulación de la pubertad y la cubrición que permita no desperdiciar días improductivos y maximizar la productividad en el primer parto, siendo el efecto del verraco clave para una aparición temprana de la pubertad.
EL ÉXITO DE LA PRIMERA CUBRICIÓN
La interacción entre el peso, la edad, y como resultado la GMD (Ganancia Media Diaria) a las puertas de la pubertad, determinan [registrados]el momento óptimo de la primera cubrición.
La alimentación de la cerda de reemplazo condiciona la interacción entre el peso, la edad y la GMD y modula la aparición de la pubertad para dar como resultado:
Los cambios en la reproductora actual comienzan ya en edades tempranas. La aparición de la pubertad depende de la progresiva maduración del eje Hipotálamo-Hipófisis-Ovario que está determinada por la liberación de LH (Hormona Luteinizante), FSH (Hormona Estimulante del Folículo) y estrógenos.
Debemos considerar la alimentación de la cerda de reemplazo de forma global durante su vida productiva, ya que los resultados de una fase influyen en las posteriores.
Las consecuencias negativas de una mala gestión de las cerdas de reemplazo se observan a partir de su 2º ciclo. Se trata, por lo tanto, de invertir en una estrategia correcta para no condicionar el futuro reproductivo de la explotación.
Lo deseable, y lo más importante después del peso vivo, es poder cubrir a las cerdas de reemplazo en su 2º celo.
En la actualidad, y de forma genérica, se considera correcto llegar a la 1ª cubrición con 135-150 Kg PV y una edad entre 220 y 240 días de vida. En este escenario nos situamos con una GMD (desde el nacimiento) de entre 600 y 800 g/día, y una grasa dorsal en P2 (EGD) de 15-17 mm.
Tendremos que adaptar la alimentación y el manejo de los animales según el estado (edad/peso) en el que obtengamos las primerizas.
En el caso de comprar las cerdas, éstas deberán entrar con tiempo suficiente para su correspondiente aclimatación sanitaria, y debemos aprovechar ese periodo de tiempo para preparar la condición corporal que deseamos para nuestra primeriza.
La principal herramienta para controlar el ritmo de crecimiento consiste en modificar las cantidades de pienso durante la fase de preparación -entre los 100 y 135 Kg de PV- para conseguir la relación edad/peso deseada.
Las consecuencias de no modular el crecimiento en esta fase pueden surgir por defecto o por exceso de la alimentación:
La alimentación ad libitum y/o piensos que resultan en GMD excesivamente elevadas provocan un marginal retraso en la pubertad, con la desventaja añadida de que las cerdas serán excesivamente grandes y con tendencia al sobrepeso, lo cual las predispondrá a sufrir problemas locomotores y un coste de mantenimiento más elevado.
Una restricción excesiva de la alimentación provoca un retraso en la aparición de la pubertad, ya que se produce un retardo en la maduración del eje Hipotálamo-Hipófisis- Ovario, necesario para conseguir una óptima ovulación.
Se reduce la secreción de GnRH y de LH, así como el crecimiento de los folículos ováricos, de manera que el ovario está inmaduro para iniciarse la pubertad.
VALORACIÓN DEL EGD Y EL CONTENIDO MAGRO
En las actuales líneas genéticas magras, existe muy poca relación entre el espesor de grasa dorsal (EGD) y el peso de la cerda.
Las reservas grasas de la cerda no guardan relación con la aparición de la madurez sexual, teniendo el peso un efecto mucho más importante que el EGD.
Existe una relación importante entre el peso vivo y la profundidad de lomo a los 100 días de vida. Sin embargo, existe poca relación entre el peso vivo y el EGD en la 1ª cubrición, o entre las variaciones de peso vivo y de EGD a lo largo de 3 ciclos.
Con las líneas actuales, es difícil conseguir reservas grasas, las cuales son independientes del peso.
Gráfica 1. Efecto del peso en la 1ª cubrición sobre la productividad a lo largo de 3 ciclos (Williams et al., 2005). El peso de la cerda en el momento de la primera cubrición influye en su productividad en los sucesivos ciclos.
Se ha demostrado una correlación negativa entre el crecimiento magro de la cerda nulípara y la aparición de la pubertad (Patterson et al., 2002). De este modo, es conveniente no limitar el depósito de tejido magro durante la fase de Recría, ya que puede ocasionar importantes retrasos en la aparición de la pubertad.
ESTIMACIÓN DE LAS RESERVAS
El EGD medido en P2, junto con el peso vivo de la cerda, son los dos parámetros más recomendables a la hora de valorar cómo estamos alimentando a la futura reproductora antes de la primera cubrición y, sobre todo, durante su primer ciclo.
Existe una baja correlación entre la nota de Condición Corporal (que proporciona una estimación del desarrollo muscular más que de las reservas grasas) y la medición de EGD (ultrasonidos) para determinar el estado de reservas de la cerda.
Tabla 1. Correlación entre la medida entre flancos y el peso de la cerda.
AFRONTANDO EL INICIO DE LA PUBERTAD A UNA EDAD DETERMINADA
Considerando que hay cierta variabilidad en la GMD no podemos afirmar que, a una determinada edad, la cerda vaya a estar preparada sexualmente para poder ser cubierta con éxito. La edad de maduración sexual puede variar entre los 130 y 200 días de vida.
EDAD
La edad promedio para la 1ª cubrición es de 220-240 días (31-34 semanas), siendo el peso el indicador más efectivo para el control del inicio de la vida reproductiva de la cerda.
CEBO
El objetivo es disponer de cerdas sexualmente maduras lo antes posible, incluso antes de llegar al peso objetivo, teniendo en cuenta que la cubrición ocurra al menos en el 2º celo.
Las cerdas se pueden cubrir en el 2º celo si pesan un mínimo de 135 kg.
Gráfica 2. Efecto del número de Celo en la primera cubrición sobre la productividad a lo largo de 3 ciclos (Williams et al., 2005).
El efecto del verraco es determinante para conseguir una aparición temprana de la pubertad, debiendo existir contacto físico directo entre el verraco y la cerda de forma periódica y durante 10-20 minutos.
Se trata de estimular a las cerdas, detectar los primeros celos y formar los diferentes grupos según su salida en celo. De este modo generaremos un flujo de animales preparados y adaptados para la primera cubrición.
Es importante establecer los valores objetivo para los factores a controlar (peso, edad, profundidad de lomo y espesor de grasa) y, partiendo de los resultados obtenidos en la granja, adaptar los niveles nutricionales de los piensos y el nivel de alimentación adecuado.
NUTRIENTES
En lo que respecta al nivel de nutrientes, el programa de alimentación estará enfocado a conseguir un buen crecimiento magro que permita una aparición temprana de la pubertad con una buena ganancia de peso vivo que continuará durante la 1ª gestación.
ALIMENTAR A LA CERDA DURANTE SU PRIMER CICLO PRODUCTIVO
El objetivo en la fase de gestación es favorecer la acumulación de las reservas energéticas en forma de grasa y proteína para que la cerda sea capaz de atender la fase de lactación y que los lechones tengan un óptimo desarrollo fetal.
Durante la gestación, la primeriza experimenta un incremento de peso neto entre 30 y 50 Kg.
En el caso de tener segregadas a las primerizas en esta fase, se recomienda utilizar una dieta para futuras reproductoras (nutricionalmente adaptada). En cualquier caso, se deberá realizar una alimentación restringida.
Existen grandes diferencias en lo que respecta al crecimiento materno, que es claramente superior en la nulípara y muy diferente en cuanto a la composición de las ganancias.
La cerda adulta deposita y recupera fundamentalmente tejido graso, mientras que la cerda joven además retiene una fracción muy importante de tejido magro destinado a completar su desarrollo corporal.
Las diferencias en la cantidad y composición de las ganancias se ven reflejadas en que las recomendaciones diarias de Energía Metabolizable (EM) y lisina son muy diferentes.
En los genotipos modernos, sobre todo durante los primeros ciclos, hay que tener en cuenta que la nota de Condición Corporal (CC) proporciona una estimación del desarrollo muscular más que de la grasa subcutánea.
Los objetivos durante la fase de lactación son:
- Minimizar la pérdida de reservas en forma de grasa y masa muscular.
- Optimizar la producción de leche.
La pérdida excesiva de peso está asociada con:
- Problemas a corto plazo, con la prolongación del Intervalo Destete Cubrición (IDC) y menor tamaño de camada en el 2º parto (Síndrome del 2º Parto).
- Problemas a largo plazo, resultando en una disminución de la vida útil de la cerda.
La mejor forma de prevenir los problemas reproductivos de las primerizas es que la cerda nulípara llegue al parto con la condición adecuada y favorecer la máxima ingestión de energía y nutrientes durante la lactación.
- No sobrealimentar en gestación, ya que existe una relación inversa entre la ingesta durante la gestación y el consumo voluntario en lactación.
- Características del pienso:
- Piensos de elevada densidad energética.
- Fuente de energía (Grasa vs Almidón).
- Ingredientes de alta palatabilidad.
- Pienso granulado y húmedo o en sopa.
- Asegurar que el diseño del comedero no limite el consumo y retirar el pienso deteriorado.
- Suministrar el alimento 3 veces al día (a partir de la 2ª semana) o mediante sistema de tolva.
- Asegurar disponibilidad absoluta de agua de bebida.
- Mantener Tª efectiva alrededor de 20oC o utilizar sistemas de enfriamiento para la cerda.
- Los focos de los lechones no deben molestar a la cerda.
- Administrar las mayores cantidades de pienso en las horas más frescas del día, sobre todo en verano.
LA IMPORTANCIA DE UNA ESTRATEGIA GLOBAL
Es esencial plantear la gestión de las cerdas de reposición con una estrategia que contemple toda la vida productiva de la cerda. Solamente de esta forma se lograrán los resultados productivos y económicos deseados.
En este sentido es deseable poder visualizar un plan adaptado a la explotación que permita hacer cambios sin perder de vista la estrategia global.
Ejemplo del resumen de un plan de alimentación para la reposición y hasta finalizar el primer ciclo.
En cualquiera de los casos, compra o producción propia, es necesario conocer las características (morfología, crecimiento, potencial de producción, etc.) de la cerda con la que se va a trabajar.
Esto permitirá diseñar la estrategia de alimentación para cada momento y utilizar las dietas (Futuras Reproductoras, Gestación, Gestación Primerizas, Lactación, Lactación Primerizas, etc.) que mejor se adapten a la situación.
Será necesaria una monitorización del estado corporal de las cerdas, también de las primerizas, ya que las cerdas actuales son muy magras y el concepto de “reservas corporales” no está ligado únicamente a las reservas de grasa.