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Higienización del agua en el sector porcino: retorno de la inversión

Escrito por: Maria Somolinos Lobera - Product Manager, OX-CTA (Grupo OX)

A estas alturas ya nadie debería dudar de que la bioseguridad no es un gasto, sino una inversión que resulta tremendamente rentable a corto, medio y largo plazo. El uso de antibióticos cada vez está más restringido, el escaso margen de beneficio obliga a los productores a ser muy eficientes.

En este contexto, el papel que juega la gestión de la bioseguridad es fundamental. Pero no todo vale, no hay un protocolo general que sea útil para todas las explotaciones ganaderas.

La gestión de la bioseguridad debe ser objeto de reflexión para que cada explotación ganadera pueda implantar los protocolos adecuados específicamente a sus necesidades y requerimientos.

Porque solo trabajando la bioseguridad de manera inteligente lograremos realmente obtener un máximo retorno de la inversión.

Y no nos olvidemos de que la gestión del agua es una parte fundamental de la gestión de la bioseguridad, y debe abordarse de manera inteligente para garantizar un retorno de la inversión interesante.

 

IMPORTANCIA DE LA HIGIENIZACIÓN DEL AGUA

El agua forma parte del concepto global de alimentación y en condiciones normales se estima que los animales consumen el doble de agua que de alimento sólido.

Con un consumo ad libitum de agua:

Cerdo en fase de cebo: consume de 2,2 a 2,8 litros de agua por kg de materia seca ingerida

Lechón: ingiere de 3 a 3,5 veces más de agua que de pienso.

Cerdas reproductoras: son mucho más exigentes, especialmente si están en lactación, siendo su consumo medio de 4 a 4,5 l/kg de materia seca ingerida.

Teniendo en cuenta las grandes cantidades de agua que ingieren diariamente los animales, resulta fácil imaginar que, si la calidad del agua no es aceptable, el riesgo de transmisión de microorganismos a través del agua de bebida es muy elevado.

Además, hay que tener en cuenta que el agua es un elemento fundamental en las operaciones de limpieza de las instalaciones.

Cuando la calidad del agua de una explotación ganadera no está controlada, ésta puede ser vehículo de transmisión de una gran variedad de microorganismos: bacterias, virus, parásitos, algas, protozoos, etc.

En las analíticas de agua habitualmente solo se ejecutan recuentos de determinadas bacterias, pero el agua también puede contener otro tipo de microorganismos que, aunque no se evalúen en los análisis rutinarios de laboratorio, también están allí y pueden llegar a la explotación vía agua.

 

PUNTOS CRÍTICOS DEL SISTEMA HÍDRICO

Con objeto de controlar la calidad del agua, se debe prestar atención a tres puntos críticos fundamentales:

El origen. En este sentido hay que tener en cuenta que el agua puede llegar ya contaminada desde su origen. Cuando el origen del agua es un pozo, un manantial o una traída natural, resulta siempre imprescindible implantar un sistema de higienización del agua, ya que la calidad del agua puede variar a lo largo del año, por lo que una analítica puntual que arroje resultados favorables en un momento dado no garantiza que el agua vaya a estar siempre dentro de esos mismos límites.

Incluso cuando el agua proviene de una red municipal, es interesante implantar un sistema propio de higienización del agua, ya que muchas veces los puntos de tratamiento de los municipios están muy alejados de las explotaciones ganaderas, y además los tratamientos locales no siempre son homogéneos, por lo que muchas veces cuando el agua tratada a nivel municipal llega a la explotación ganadera, el residual de producto biocida no es suficiente para garantizar una óptima calidad del agua.

Los puntos finales, especialmente los bebederos donde existe el riesgo de contagio horizontal entre animales. A este respecto es necesario recordar que, si un animal es portador de un agente microbiano, al beber, puede contaminar el agua del bebedero con dicho microorganismo.

Si el agua del bebedero no está tratada con un sistema que garantice un residual constante de producto biocida en todo momento, cuando un animal sano vaya a beber agua puede contraer dicho microorganismo.

 

El biofilm. La biopelícula o biofilm se define como una comunidad de microorganismos que crecen embebidos en una matriz de exopolisacáridos y adheridos a una superficie. El biofilm constituye uno de los principales factores de riesgo en materia de calidad microbiológica del agua, ya que esta capa de materia orgánica que recubre el interior de los elementos del sistema de distribución de agua (depósitos, tuberías, bebederos, etc.) contiene una alta carga de microorganismos.

Además, se ha demostrado que los microorganismos que se desarrollan en el biofilm son más resistentes a los desinfectantes químicos que los microorganismos de vida libre.

Por tanto, para realizar una higienización eficaz del agua, es necesario implantar un protocolo de trabajo que permita eliminar el biofilm existente y que evite su formación a lo largo del tiempo. Esta es una razón adicional para instaurar un tratamiento de higienización del agua, aunque se trabaje con agua de red pública (habitualmente tratada con hipoclorito sódico, sustancia que NO elimina el biofilm ni previene su formación), o aunque se trabaje con agua de origen natural que en un momento puntual arroje resultados microbiológicos satisfactorios en una analítica (el agua puede recontaminarse con el biofilm existente a lo largo de todo el circuito hídrico).

 

ESTUDIO COMPARATIVO DE SUSTANCIAS BIOCIDAS PARA HIGIENIZACIÓN DEL AGUA

PRODUCTOS CLORADOS

La eficacia biocida del hipoclorito sódico depende del pH del agua:

En aguas con pH<6,5 la mayor parte del hipoclorito sódico estará en forma de ácido hipocloroso (HOCl) que tiene un alto efecto biocida.

En aguas con pH>6,5 la mayor parte del hipoclorito sódico estará en forma de ión hipoclorito (OCl-) que tiene un bajo efecto biocida.

Por ello, la utilización de hipoclorito sódico como biocida para el tratamiento del agua requiere muchas veces la acidificación del agua, con el incremento de coste que ello conlleva.

Además, hay que añadir que el hipoclorito sódico no elimina el biofilm ni previene su formación, se evapora por encima de 25ºC, no es ecológico, genera subproductos tóxicos al combinarse con la materia orgánica (biofilm) (THMs, cloritos, cloratos, cloraminas), acorta la vida útil de los materiales por efecto de la corrosión, altera las propiedades organolépticas del agua (color, sabor), requiere tiempos largos de contacto para ejercer su efecto biocida, etc.

Debido a estos inconvenientes, en la actualidad existe una importante tendencia hacia la utilización de métodos alternativos al hipoclorito sódico para la higienización del agua.

El producto clorado que se posiciona como principal alternativa al hipoclorito sódico, es el dióxido de cloro.

Esta sustancia presenta un mayor efecto biocida y su eficacia no es tan dependiente del pH del agua.

La acción biocida del dióxido de cloro es muy rápida, observándose su nivel más alto de inactivación microbiana antes de los dos primeros minutos de contacto. No obstante, debe tenerse en cuenta que el dióxido de cloro a presión ambiente es un gas, y por ello siempre va a tender a pasar a estado gaseoso.

Lo ideal sería generarlo in situ en la explotación. No obstante, los equipos necesarios para realizar dicha generación in situ son costosos, por lo que su implantación requiere de una gran inversión inicial, y deben estar supervisados por personal cualificado.

Por tanto, en ocasiones se opta por utilizar productos en base a dióxido de cloro ya estabilizado.

OX-CTA, empresa con más de 25 años de experiencia en el tratamiento del agua, posiciona equipos tecnológicamente avanzados para generación in situ de dióxido de cloro, así como el producto DiOX EASY, producto líquido formulado en base a dióxido de cloro estabilizado, fácil de utilizar mediante dosificación directa en el sistema hídrico sin ningún tipo de manipulación previa.

 

 

 

PERÓXIDO DE HIDRÓGENO

El peróxido de hidrógeno presenta una alta eficacia biocida y además es capaz de eliminar el biofilm existente y evitar que éste vuelva a formarse.

Además, esta sustancia biocida tiene otras interesantes ventajas, ya que no altera las propiedades organolépticas del agua (sabor y olor) y es 100% biodegradable, por lo que su utilización no ocasiona la aparición de subproductos tóxicos.

Su uso continuado ayuda a alargar la vida útil de las instalaciones, ya que evita las incrustaciones calcáreas.

Pero es necesario recalcar que no todos los productos formulados en base a peróxido de hidrógeno son iguales, ya que la estabilización de esta materia prima es un factor diferenciador de gran importancia.

Cuando un producto en base a peróxido de hidrógeno se encuentra perfectamente estabilizado, presenta una gran eficacia independiente de los parámetros físico-químicos del agua. Además, no es corrosivo, evitando problemas operativos en las instalaciones, y garantiza un efecto residual homogéneo y prolongado a lo largo del tiempo incluso en bebederos.

Los productos formulados en base a peróxido de hidrógeno estabilizado tienen una vida útil larga (dos años), y su residual se puede controlar de forma fácil, económica y objetiva gracias a la utilización de tiras reactivas colorimétricas.

OX-CTA, empresa pionera en la formulación de productos biocidas alternativos al cloro, propone la utilización de OX-AGUA 2G, producto 100% biodegradable formulado en base a peróxido de hidrógeno estabilizado con la inclusión del Núcleo exclusivo OX-AE.

OX-AGUA 2G garantiza una máxima eficacia frente a microorganismos de interés (bacterias coliformes, Clostridium, virus, protozoos, etc.) incluso a dosis bajas. Además, este producto es capaz de eliminar el biofilm y evitar que éste vuelva a formarse.

 

SISTEMA DE DOSIFICACIÓN

Los productos utilizados para el tratamiento del agua, independientemente de su ingrediente activo técnico (hipoclorito sódico, dióxido de cloro, peróxido de hidrógeno), requieren de la utilización de un sistema de dosificación que permita el uso continuo del producto a la dosis recomendada.

Existen sistemas de dosificación muy sencillos y otros muy avanzados tecnológicamente. En cualquier caso, lo importante es utilizar un sistema económicamente viable que se adecúe a las necesidades y los requerimientos concretos de cada instalación. Por ello, para optimizar el sistema de dosificación y regularlo de forma adecuada resulta muy recomendable contar con la colaboración de personal especializado en la materia.

En este sentido, OX-CTA cuenta con más de 25 años de experiencia en el ámbito de la gestión inteligente del agua.

La innovación tecnológica y la digitalización del agua hoy en día ya son una realidad presente en las explotaciones agropecuarias. Desde OX-CTA trabajamos con OX-SIHA®, un sistema que permite una gestión 4.0 del agua:

Medida automática de parámetros físico-químicos de interés en los puntos críticos de la instalación hídrica y volcado de datos en tiempo real a plataforma online específica (monitorización de parámetros).

Medida automática de residual de producto biocida en tiempo real y volcado de datos a plataforma online específica (monitorización de residual biocida).

Dosificación optimizada de biocida de acuerdo con el resultado de la herramienta de evaluación del riesgo integrada en la plataforma on-line específica.

Implantación de autómata (iOX-Water) con posibilidad de regulación automática de dosificación de biocida en remoto.

Seguimiento y gestión en remoto en tiempo real vía plataforma online específica.

Todo ello permite garantizar la total trazabilidad del proceso de gestión del agua, suponiendo un ahorro sustancial en costes operativos y optimizando los resultados.

En definitiva, la digitalización del agua contribuye a la optimización de los parámetros productivos de la explotación y nos permite gestionar los recursos hídricos de manera eficiente, cómoda y fácil.

 

CONCLUSIONES

La gestión del agua es una herramienta que nos ofrece grandes oportunidades de mejora, pero para aprovecharnos de ellas debemos trabajar de manera inteligente.

Hay que adaptar el sistema de tratamiento del agua a las necesidades y requerimientos de cada explotación pecuaria.

Aunque la calidad del agua de origen sea excelente, es necesario tratarla para controlar el biofilm y evitar el riesgo de contagio horizontal en bebederos.

Para implantar un sistema eficiente de higienización del agua resulta fundamental contar con asesoramiento especializado y utilizar solo productos registrados.

A través de la gestión inteligente del agua se contribuye a la mejora de los índices zootécnicos y de la productividad.

La gestión inteligente del agua no es un gasto, es una inversión muy rentable.

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