La adopción de tecnologías ha permitido mejoras sustanciales en la productividad de los sistemas de producción porcina (SPP) durante los últimos 30 años [1]. la cerda
En la década de 1980, se implementaron las primeras granjas porcinas enfocadas a intensificar la producción.
Estos sistemas carecían de infraestructura y control de indicadores reproductivos y productivos de las cerdas [2].
En la década de 1990, mediante la implementación de programas de mejoramiento genético se inició con la introducción de cerdas hiperprolíficas en los SPP, con la finalidad de incrementar el tamaño de camada como intento de solucionar los problemas de baja productividad que presentaban los sistemas de esa época [3].
No obstante, el auge y la rápida diseminación de las cerdas hiperprolíficas a nivel global se translocó en más dificultades que beneficios:
El mejoramiento genético de indicadores reproductivos no fue a la par con los requerimientos (nutricionales, sanitarios, alojamiento, entre otros) específicos de este nuevo genotipo de cerdas, lo cual origino desfases productivos de los sistemas [4].
Actualmente, con la finalidad de mantener una productividad constante, en los SPP se han solucionado
algunos requerimientos de las cerdas hiperprolíficas para que puedan expresar su potencial genético, tal es el caso de:
Implementación de dietas específicas de acuerdo con la etapa productiva.
Alojamientos con ambiente controlado.
Tecnologías reproductivas.
Prácticas zootécnicas.
No obstante, se siguen presentando dificultades para que este tipo de cerdas logren la producción estimada de acuerdo con su potencial genético [5].
Por ejemplo, el desarrollo de cerdas hiperprolíficas ha propiciado incremento en la mortalidad perinatal.
Sin embargo, a pesar del incremento en la mortalidad de lechones, el tamaño de las camadas destetadas y la productividad de las cerdas siguen en aumento, sin un impacto negativo aparente sobre la fertilidad [3].
Actualmente los sistemas de producción porcina más eficientes logran destetar ≥30 lechones/cerda/año. Resultados que representan una percepción optimista de la prolificidad, a pesar de los impactos negativos y pérdidas económicas.
No obstante, es importante considerar que la productividad de las cerdas hiperprolíficas está en función de cada sistema de producción, aspecto que no es considerado al introducir estos genotipos a los SPP [6].
Dicha toma de decisiones por parte de productores o especialistas en campo se realiza sin conside...