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La OMSA advierte del riesgo que supone el uso de vacunas de calidad inferior

La OMSA advierte a las Autoridades Veterinarias y a la industria porcina del riesgo que supone el uso de vacunas de calidad inferior.

La creciente propagación de la Peste Porcina Africana (PPA) es motivo de inquietud en la industria porcina a nivel global, ya que ninguna región ha quedado indemne ante su impacto. A lo largo de varios años, la ausencia de una vacuna o tratamiento efectivo ha dificultado considerablemente el control de esta enfermedad.

La comunidad científica ha dedicado esfuerzos significativos en la búsqueda de una vacuna eficaz, y los recientes anuncios sobre vacunas vivas modificadas que se encuentran en proceso de aprobación o ensayo en algunos países han suscitado un renovado optimismo en cuanto a la posibilidad de contar con herramientas más efectivas para contener la actual epidemia de PPA. Numerosos países manifiestan interés en emplear estas prometedoras vacunas candidatas con el fin de combatir los brotes que persisten en sus respectivos territorios.

En este contexto, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) enfatiza la importancia de utilizar exclusivamente vacunas contra la PPA de alta calidad, cuya eficacia y seguridad hayan sido demostradas y que hayan sido sometidas a una evaluación regulatoria y aprobadas de conformidad con las normativas internacionales establecidas por la OMSA.

¿Cuáles son los riesgos de utilizar vacunas de mala calidad o no conformes?

La utilización de vacunas no conformes y de baja calidad no solo carece de garantía de proporcionar protección contra la PPA, sino que también conlleva el riesgo de diseminar virus derivados de la vacuna que podrían desencadenar enfermedades agudas o crónicas. Adicionalmente, existe la posibilidad de que estos virus vacunales se combinen con cepas presentes en el entorno, originando nuevas variantes que podrían evadir la detección y resultar en infecciones de PPA agudas, crónicas y persistentes en las explotaciones porcinas.

La vacunación contra la PPA no debe ser empleada como la única medida de control de la enfermedad

Indiferentemente de la eficacia de la vacuna, es fundamental que los programas de vacunación se implementen como parte integral de una estrategia global de prevención y control. Esto debe incluir otras medidas de control críticas, como la implementación de rigurosas prácticas de bioseguridad, regulación de importaciones y controles de movilidad.

En el caso de la vacunación, su ejecución debe formar parte de un programa de vacunación meticulosamente diseñado, considerando aspectos como la epidemiología local de la enfermedad, los objetivos específicos de la vacunación, y la disponibilidad y sostenibilidad de los recursos técnicos, financieros y humanos necesarios. Siempre debe incluirse un sistema de vigilancia y seguimiento posterior a la vacunación, además de contar con una estrategia de finalización de la vacunación, tal como lo establecen las normativas internacionales de la OMSA en relación a la vacunación.

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