En el caso del Todo Dentro-Todo Fuera
el propio sistema es la herramienta más potente que tenemos en cuanto a bioseguridad interna.
Para ello hay que realizar un vacío sanitario correcto, es decir, una buena limpieza con agua a presión y jabón para retirar toda la materia orgánica, secado y posterior desinfección. Esto debe realizarse tanto en el interior de la nave como en las instalaciones anexas, como pueden ser los accesos, muelles de carga, etc.
Tampoco debemos olvidarnos de la limpieza de los depósitos y las conducciones de agua así como de los silos de pienso, para evitar así la proliferación de patógenos que afecten al próximo lote.
Aunque sobre el papel sea una tarea fácil y que todo el mundo parece tener claro cómo debe realizarse, el día a día nos demuestra que, en realidad, no se consigue tan fácilmente y que tampoco se le da la importancia debida por parte de todo el personal implicado.
En el caso de los cebos en fases, la mecánica sería la misma pero haciéndolo por naves. En este caso cobraría mayor importancia la limpieza de...