Un reciente informe de Rabobank analiza la situación global de la producción de carne de cerdo al inicio de 2025, señalando un enfoque cauteloso debido a las «crecientes incertidumbres» que enfrenta el sector porcino. La publicación, disponible en su página web, destaca los desafíos económicos y las fluctuaciones en los costos como factores clave que afectan la industria. El informe subraya que, ante un contexto de incertidumbre económica y cambios en los costos de producción, la industria porcina deberá enfocarse en aumentar la productividad, optimizar los gastos operativos y adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores para mantenerse competitiva.
Rabobank anticipa que los costos de producción podrían continuar bajando; sin embargo, advierte que las condiciones climáticas podrían influir en las cosechas y en los precios de los piensos. Se proyecta que la soja alcanzará niveles récord de inventario en 2025, aunque el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha ajustado recientemente sus estimaciones a la baja para las existencias finales de 2024/25. A pesar de ello, las condiciones de sequía en Argentina y el retraso en la siembra del maíz safrinha en Brasil podrían limitar la producción de maíz en Sudamérica, lo cual podría llevar a un aumento moderado de sus precios.
El documento también destaca que las crecientes tensiones políticas representan un riesgo significativo para el comercio internacional en 2025. La inestabilidad política en países como Corea del Sur y posibles cambios en la política comercial de Estados Unidos están generando incertidumbre sobre la disponibilidad de mano de obra, el flujo de capital y el comercio global. Además, las políticas arancelarias establecidas durante la administración de Donald Trump podrían llevar a la industria porcina a adoptar un enfoque más cauteloso, optando por estrategias a corto plazo en lugar de realizar inversiones a largo plazo.
En cuanto a los riesgos sanitarios, Rabobank advierte que las enfermedades continúan afectando al mercado porcino. La peste porcina africana sigue presente en Asia y Europa, mientras que el síndrome respiratorio y reproductivo porcino se extiende globalmente. Además, un reciente brote de fiebre aftosa en Alemania ha generado preocupación en el sector. Estos problemas sanitarios podrían alterar el comercio global de carne de cerdo, afectando la estabilidad de las cadenas de suministro.