Los precios del porcino de capa blanca volvió a registrar un descenso esta semana, con una bajada de tres céntimos que coloca las cotizaciones por debajo de los 1,70 euros por kilo. En términos interanuales, esto supone un 7,12% menos que hace un año. Esta tendencia sitúa al mercado español más próximo a las referencias de otros países europeos, en un escenario condicionado por la menor actividad de los mataderos y por un desajuste entre una oferta abundante y una demanda limitada.
Aunque la situación general se mantiene estable, la reducción de las altas temperaturas y la proximidad del cierre de agosto podrían suavizar la pérdida de peso de los animales y frenar la intensidad de las caídas. Según explican desde la Lonja de Binéfar, la semana también estuvo marcada por la particularidad de un festivo previo, lo que alteró parcialmente la actividad comercial. Pese a ello, las solicitudes de sacrificio continúan siendo dinámicas y la oferta responde sin dificultades.
En cuanto al lechón, los precios permanecen sin cambios debido a la escasa llegada de animales del exterior. El mercado atraviesa un periodo de transición típico del verano, caracterizado por una menor actividad comercial, una logística ralentizada y la dificultad de planificación en las cargas por la reducción de transporte disponible y la ausencia de parte de la demanda habitual, señalan las mismas fuentes.
En Francia, el precio medio de la carne de cerdo volvió a bajar el 21 de agosto, acumulando otra semana en negativo. La abundancia de oferta frente a la demanda presiona las cotizaciones, mientras que el peso de los animales subió hasta los 96,1 kg por la menor actividad de sacrificio tras el festivo del 15 de agosto. Por su parte, en Alemania, el mercado permanece estable. La oferta cubre sin problemas las necesidades de los mataderos y el precio de referencia se mantiene en 1,95 €/kg, a la espera de un posible repunte con el final del verano.