La producción porcina moderna se enfrenta continuamente a nuevos retos. Por ello, en esta serie de artículos, la intención de los autores es ofrecer un manual de manejo práctico de las granjas de producción compuesto por tres partes diferenciadas en:
Se busca así mostrar una visión práctica para los veterinarios de campo, desarrollando las estrategias que aplicamos en nuestras explotaciones en cada una de las áreas de producción.
Hay que tener claro que las nulíparas o futuras reproductoras son la base principal de una explotación, siendo su manejo y gestión clave para el éxito de la misma.
La adaptación de las futuras reproductoras no solo tendrá influencia en su primer parto sino también en el resto de los partos que tengan durante su vida productiva, y, por lo tanto, es uno de los puntos en los que debemos concentrar gran parte de nuestros esfuerzos.
Una correcta aclimatación de nuestras cerditas permitirá:
IMPORTANCIA DE UNA BUENA ESTRUCTURA CENSAL
Es necesario tener estandarizada la inclusión de nulíparas para poder obtener una buena estabilización sanitaria de nuestra explotación. Para ello[registrados], debemos evitar una excesiva entrada de las mismas y diseñar un buen plan de desvieje (Cuadro 1).
INSUFICIENTES PRIMERIZAS
Si introducimos menos primerizas con respecto al objetivo propuesto se producirá un envejecimiento de la granja, con los inconvenientes que esto plantea desde un punto de vista productivo.
EXCESO DE PRIMERIZAS
Si se introducen más nulíparas de las estipuladas en el objetivo, se producirá una disminución de la productividad del rebaño ya que estas cerdas son las menos productivas debido a que la cantidad y calidad del calostro es muy inferior y sus lechones están peor inmunizados. Esto conducirá a una mayor mortalidad de los lechones en lactación, transición y cebo.
Para conseguir una mejora genética continua, basada en alcanzar el mayor número de cerdas entre 2º y 5º parto, es fundamental tener en cuenta los porcentajes mostrados en el Cuadro 1.
Las cerdas que se encuentran dentro de este intervalo de partos son las más eficientes productivamente y las que producen una mayor cantidad de calostro y leche de buena calidad. |
PORCENTAJES DE REPOSICIÓN
Cada explotación establece el objetivo de reposición anual, pero los valores normales deben oscilar entre el 40-50%. Para ello, las zonas de recría tienen que ser adecuadas para recibir a ese porcentaje de animales. Estos valores permiten una horquilla amplia de elección.
CRITERIOS DE SELECCIÓN
La selección de las futuras reproductoras comienza desde su nacimiento. Para lograr un buen resultado debemos contar con un programa específico que cumpla unos requisitos mínimos que nos permita obtener una nulípara de excelente calidad. Algunos de estos requisitos son:
DESARROLLO REPRODUCTIVO Y CRECIMIENTO
GMD < 600 g
Valores inferiores a 600 g retrasarán el inicio de la pubertad y harán que la cerda tenga un peor desarrollo reproductivo, lo que supone un coste importante desde el punto de vista económico y productivo.
GMD > 600 g
Valores mayores de 800g tampoco son aconsejables, ya que se consigue una cerda con un excesivo desarrollo muscular y óseo, con el consiguiente riesgo de aparición de cojeras, afectando negativamente a la longevidad y aumentando la tasa de eliminación.
Hay que monitorizar el peso de las futuras reproductoras y realizar los ajustes necesarios en las dietas y en los programas de alimentación para cumplir con los requerimientos óptimos.
Además de una buena estrategia nutricional, es necesario contar con buenas instalaciones donde las cerdas serán alojadas durante la recría/cuarentena. La densidad es clave para conseguirlo.
Se recomienda una densidad de 1,2 – 1,5 m2/cerda con el fin de mejorar la calidad de los aplomos y el desarrollo muscular. Las nulíparas necesitan suficiente espacio para así llegar a los objetivos de crecimiento y formación adecuados.
La calidad fisicoquímica y microbiológica del agua es fundamental para controlar procesos digestivos y un buen desarrollo de las cerditas. ¡Nunca les debe faltar el caudal necesario!
PUBERTAD
Podemos poner como fecha límite para decidir si la cerda se mantiene en la explotación o si se procede a su eliminación, los 260 días de vida.
EFECTO MACHO
El contacto estrecho con el verraco es el principal factor para inducción del primer celo. Debemos diferenciar dos tipos de estímulos:
Normalmente, a los 6 meses de vida (180 días) se empieza con la exposición al verraco. En la Gráfica 1 se puede apreciar que antes de los 6 meses de vida no es aconsejable esta exposición, ya que no se logran mejoras en el porcentaje de cerdas que alcanzan la pubertad.
Puntos clave de la exposición al verraco
El verraco es un factor de enorme influencia para conseguir no solo que nuestras nulíparas alcancen la pubertad, sino para que pueda sincronizarse el lote de nulíparas.
Es importante que el contacto con el verraco, de unos 15 minutos al día, sea intenso, tanto visual como físicamente.
Para hacer más intenso este contacto, se pueden rotar los verracos de alta libido y potenciar el efecto de las feromonas de la saliva del verraco con feromonas externas comerciales.
A partir de ahí, el contacto tiene que ser diario.
La elección del verraco es importante y tiene que ser minuciosa.
A las 3 semanas de iniciar el contacto estrecho, el 70% de cerdas deben haber alcanzado la pubertad de forma que a las 6 semanas se habrá podido detectar al menos un celo en el 95% de cerdas.
El 5% restante que no ha llegado a la pubertad debería de ser desechado (siempre que estemos seguros que la estimulación se ha realizado de manera correcta). Este es un problema serio y tenemos que intentar minimizarlo por el coste que generan y el espacio que ocupan.
Además del efecto macho, contar con buenas condiciones ambientales en cuanto a espacio e iluminación (recomendable 200 lux) nos ayuda también a limitar la dispersión del inicio de la pubertad y a agrupar los celos (Gráfica 2).
TASA DE RETENCIÓN
La tasa de retención es el porcentaje de nulíparas que, introducidas en la explotación, alcanzan el tercer parto.
En la tasa de retención se verán reflejadas aquellas cerdas cuya adaptación a la explotación haya sido inadecuada y, que serán objeto de eliminación.
La dinámica habitual de pérdida en una explotación está en torno al:
En el Cuadro 2 se observa que la tasa de retención presenta diferencias estadísticamente significativas cuando la cubrición se realiza con más de 171 días de vida, así como los principales motivos de eliminación.
REQUISITOS PARA LA PRIMERA CUBRICIÓN
El peso es un factor indispensable para la inseminación. Puede variar en función de la genética que tengamos, pero debe estar en torno a los 145 – 160 kg de peso vivo.
220 – 240 días de vida, no debiendo pasar de los 290 días de vida en ningún caso.
La cubrición debe hacerse cuando se han detectado al menos dos celos, aunque lo ideal es cubrir al tercer celo, dado que así se asegura un tamaño del útero adecuado y una mejora de la prolificidad. Por otro lado, no se debe pasar de los tres celos, ya que la prolificidad no aumentará.
Es esencial que las futuras reproductoras pasen al menos 20 días en el box antes de ser cubiertas. Si no respetamos ese tiempo, el estrés que se produce por el cambio de alojamiento puede producir una reducción del consumo de pienso y, como consecuencia, una caída de la productividad (Gráfica 3).
En el Cuadro 3 se muestra cómo los cambios de nivel de la alimentación durante los días posteriores a la salida en celo influyen en la tasa de ovulación, el número de embriones generados, el tamaño de los mismos y su porcentaje de supervivencia.
Las nulíparas se deben cubrir en los intervalos de peso de 145 a 160 kg, no solo por la productividad que tendrán en el primer parto al tener un mayor número de lechones, sino porque si se cubren con pesos ajustados pueden llegar al parto con un bajo peso. Normalmente, en la primera gestación suelen ganar 40 kg (no se debe sobrealimentar) y, por lo tanto, necesitan afrontar la primera lactación con al menos 190 kg de peso.
En la Gráfica 4 se muestra que las cerdas que llegan a parto con menor peso tienen un intervalo destetecubrición (IDC) más elevado. Esto es consecuencia de un menor consumo de pienso en lactación que impide una buena recuperación del estado corporal.
Ante esta situación tenemos dos opciones:
ANESTRO DE LAS CERDAS
Uno de los problemas más frecuentes en las explotaciones es que en cada lote de futuras reproductoras hay un porcentaje que es eliminado sin entrar en el grupo de producción. Normalmente, esto ocurre por la presentación de anestro (ausencia de actividad cíclica) o pseudoanestro (falso anestro en una cerda cíclica pero que no se observa por diversos motivos).
CLAVES DE LA ADAPTACIÓN SANITARIA
El mayor reto para mantener la producción de la explotación es la adaptación de las nulíparas al estatus sanitario de la granja de destino.
El origen de las futuras reproductoras, así como todos los tratamientos que realicemos sobre ellas, influye en la sanidad de toda la pirámide de producción repercutiendo, sobre todo, en la fase de cebo.
Cada explotación debe establecer su protocolo vacunal en virtud de las diferentes patologías presentes en la misma. En la Figura 2 podemos observar las formas de transmisión de las enfermedades a lo largo de la pirámide de producción.
El periodo de aclimatación sanitaria debe ser de 8 a 12 semanas como mínimo, dependiendo del estatus sanitario de la granja de origen. Antes de introducir las primerizas al grupo de reproducción, se debe realizar un muestreo para controlar que las futuras reproductoras no son una amenaza sanitaria para la explotación.
CONCLUSIONES
Los objetivos que se pretenden conseguir con el manejo de las nulíparas van encaminados en dos direcciones:
- Mantener constante el número de cubriciones, debido a que es el factor de mayor influencia para disponer de un flujo constante de lechones por semana, lo que hace que toda la producción, tanto en transición como en cebo, esté organizada.
- No superar el 50% de reposición, en primer lugar, porque se trata de un importante indicador de bienestar animal y, en segundo lugar, por las consecuencias sanitarias que tiene producir muchos lechones de cerdas primerizas. Normalmente estos lechones tienen un peor estatus inmunitario que los lechones de las multíparas.
- Destetar lechones de calidad. La definimos como su capacidad de desarrollo en las siguientes fases. Los lechones destetados tienen que tener un buen comportamiento productivo en las fases de transición y cebo.
- Estrategias que limiten la eliminación de cerdas antes del tercer parto. Tienen que ir encaminadas a la gestión de las nulíparas (condiciones de alojamiento, manejo, exposición al verraco, etc.), ya que la influencia positiva, lo será durante toda la vida productiva de la cerda en la explotación.
- Las nulíparas son una de las vías más importantes para limitar la entrada de enfermedades y su control en las explotaciones, ya que, si se introducen animales bien adaptados inmunológicamente, pero sanos, la sanidad de la granja aumenta.
- La monitorización de las nulíparas es clave, ya que son, junto con el manejo de los flujos de los lechones en maternidad, las dos causas más frecuentes de brotes de enfermedades en la explotación.
Leer más:
Manual de manejo de cerdas reproductoras parte 2: Reproducción
Manual manejo reproductoras 3: Maternidad
Manual de manejo de cerdas reproductoras – Parte 4: Manejo del lechón
Leer más sobre manejo reproductivo:
Importancia del “anestro estival” en las granjas de porcino
Las ventajas del ecógrafo en granjas porcinas
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