Icono del sitio porciNews, la revista global del porcino

“Me falta un lechón”. Causas de baja prolificidad en cerdas

Escrito por: Laura Pérez Sala - Licenciada en Veterinaria por la UAB y Master en Sanidad y Producción Porcina por la UdL. Trayectoria profesional se desarrolló en el área del marketing de la industria del Petfood En la actualidad ejerce como Veterinaria especialista en producción porcina y Personal Coach

La producción porcina actual lleva unos años subida al tren de la hiperprolificidad, hecho que nos ha vuelto inmune a acontecimientos como partos de 23 lechones. Pero cuando hablas de ello con neófitos o ajenos al sector, ves reflejada en su cara desde el escepticismo a la estupefacción, y casi siempre va acompañado de la pregunta: ”¿pero cuántos pezones tienen las cerdas?”. Y si somos capaces de salir de nuestra burbuja, vemos que no les falta razón, los logros y la mejora genética son impresionantes, ¿dónde estará el límite?

Dentro del sector, estos mismos datos llegan a acomplejar a ciertos productores que afortunadamente no tienen súper hiperprolíficas. Digo súper hiperprolíficas, a falta de más superlativos, porque la mayoría de genéticas de hoy ya son hiperprolíficas a secas, y digo afortunadamente porque soy de las que piensa que las cerdas súper hiperprolíficas no son para todo el mundo. Necesitan un manejo, unas instalaciones y una atención determinada.

No todo el mundo tiene como principal objetivo el número de lechones, puede priorizarse la resistencia, la producción lechera, la aptitud maternal o el producto final que se quiere obtener.

Aun así, es frecuente visitar una granja, sea de la genética que sea, y escuchar al granjero decir:

“¡Me falta un lechón!”

y continuar diciendo: “Seguro que la culpa es del semen”. Y aunque, como veremos, problemas en el semen puede ser una de las causas de baja prolificidad, existen otras posibilidades.

Las posibles causas de camadas cortas son múltiples, y la mayoría interrelacionadas entre ellas.

TASA DE OVULACIÓN Y FERTILIZACIÓN

Podríamos definirla como el número de ovocitos liberados y fecundados con éxito.

La tasa de ovulación empieza siendo más corta en nulíparas, mejorando en el segundo y tercer parto y estabilizándose a partir de ese momento. La tasa de ovulación en sí se puede ver influenciada por:

La tasa de fecundación u óvulos fecundados con éxito dependerá a su vez de:

podríamos concluir que el momento ideal de inseminación sería entre 12 y 24h desde el reflejo de inmovilidad (dependiendo del índice destete-celo)

Para ello es imprescindible una correcta recela y detección del celo.

 

MORTALIDAD EMBRIONARIA

Cuando la muerte embrionaria se produce antes del día 35 de la gestación, se produce una reabsorción, y lo que observamos es repetición acíclica de las cerdas. (y en casos extraños y puntuales, cerdas vacías en parideras).

Cuando la muerte del embrión es a partir del día 35, aparecen momificados de diferente tamaño en función del momento de la muerte.

Existen causas fisiológicas de reabsorción embrionaria:

Otros factores que pueden causar mortalidad embrionaria:

A parte de todos estos factores, existen una serie de manejos básicos, que pueden influir directamente en la camada. Tras la cubrición, los embriones tardan en implantarse de 10 a 20 días. Durante este tiempo es importante evitar manejos bruscos, movimientos y cambios que provoquen estrés en la cerda y en consecuencia pérdida de embriones. Si hay que mover animales, es preferible hacerlo durante los 2-5 días post-cubrición, que después.

También hay que ser especialmente cuidadoso con otros aspectos como la temperatura, y la alimentación de las cerdas, pero estarán de acuerdo conmigo que esto se merece un capítulo aparte.

 

 

 

Salir de la versión móvil