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En este entorno, el propietario no suele ser muy receptivo al hecho de realizar gastos. Nuestra labor es difícil porque hay que priorizar en aquellas reformas que más nos mejoren el resultado de la explotación en sí.
Es muy importante tener de cada explotación una FICHA clara donde tengamos los DATOS más relevantes de la estructura como: Orientación Capacidad Medidas de la nave Medidas de las cuadras Tipo y tamaño de ventanas Sistema de comederos y chupetes Origen del agua y calidad Nº y tipo de silos…
Una vez tenemos los datos hay que analizar los CUATRO PUNTOS BÁSICOS: Reducción del desperdicio de pienso y agua, aumentar la digestibilidad del pienso, gasto de mantenimiento mínimo y alimentación ambiental
Analizando primeramente los silos y su funcionalidad (agujeros, fisuras, limpieza de zona, y sobre todo limpieza interior y su desinfección), hay que estar muy seguros de que los animales comen lo que queremos y solo eso.
Revisión de comederos antes del comienzo de la camada, si se pueden desmontar deben limpiarse esas piezas aparte y desinfectarse. Muy importante el tenerlas numeradas para poder controlar individualmente la funcionalidad de las mismas.
Para mejorar en este punto, hay que hacer un pequeño protocolo de revisión por escrito dos veces por semana del estado de las tolvas, apuntar cómo se van haciendo los ajustes de las mismas y poder discernir entre mal ajustadas y rotas. Esto lleva varias semanas de seguimiento pero da grandes resultados.
A través del agua, dando un caudal y presión adecuados y una calidad bacteriológica óptima
La utilización de cloradores por impulsos en las explotaciones, mejora la calidad en más de un 75% de los casos. Si a esto añadimos la acidificación del agua para momentos puntuales, no solo aumentamos la digestibilidad de la dieta y sus proteínas, sino que también mantenemos equilibrada la flora intestinal.
Usando cloradores por impulsos junto con la acidificación del agua, aumentaremos la digestibilidad y mantendremos equilibrada la flora intestinal
La cloración en pastillas y otros productos del mercado no me han sido de gran utilidad, ya que se evaporan y dejan de actuar, de forma que aunque cuantifiquemos la cantidad de cloro libre, ésta no es constante a lo largo del tiempo.
El tener un contador del agua que consumen es de gran valor para un veterinario, ya que nos indica con antelación de 12 horas un caso de fiebre, arreglo de fugas del sistema, que no comen lo que deberían, etc.
Hay que tener muy presente los cambios de requerimientos de los animales en función de la edad y de la época del año. Muy importante la limpieza de tuberías y todo tipo de medicadores, bidones, etc. Debe ser periódico y apuntarse en un registro. Siempre hacerlo tras las medicaciones en agua.
Bajo mi punto de vista, como ya he comentado antes, en las explotaciones con tolva holandesa en España tenemos más animales de los debidos, porque los requerimientos de agua son mayores a causa de las elevadas temperaturas en verano.
Poner un bebedero extra sería una solución, consiguiendo un aumento del crecimiento medio de 50 g/día y con ello una disminución de la estancia en cebo de 7-10 días, dependiendo de la situación de partida
No generar gasto calórico para mantenimiento de la temperatura corporal y que todo lo ingerido se destine a crecimiento del animal
En invierno (temperaturas exteriores por debajo de 8ºC ), es recomendable hacer inversiones en el aislamiento de las naves sobre todo en los techos, para no tener puentes térmicos ni corrientes imprevistas a nivel de los animales.
El repasar las zonas de esquinas y el apoyo de las vigas al techo con poliuretano expandido mejora hasta más de 2º C la temperatura media de la nave.
Para esto primero hay que eliminar las posibles plagas que son las que han deteriorado con alta probabilidad el proyectado anterior (sobre todo pájaros y ratones).
Repasar que las puertas y ventanas cierran correctamente y que encajan en sus huecos, ya que la mayor pérdida de calor podemos tenerla en las ventanas si éstas son más pequeñas que sus huecos. Deben ser al menos 10 cm por lado mas grandes que sus huecos, para que por pandeo no entre aire por los laterales.
Las chimeneas con regulación automática son la mejor opción, sin embargo, en el caso de naves antiguas, es la chimenea convencional con tapa y extractor -colocada en zig zag cada 3,5 m-
Da igual que las naves tengan caballetes o chimeneas, lo importante es que el cierre del sistema funcione correctamente y no tenga fugas que no podamos manejar.
Por supuesto que las mejores son las chimeneas con regulación automática pero esto es recomendable para las naves de nueva construcción; para arreglos en naves antiguas la chimenea convencional con tapa es la mejor solución calidad/precio (en zig-zag y cada 3,5 metros) y si tienes posibilidad, con extractor.
Las cumbreras con caballete en invierno generan una mayor pérdida de calor y en este caso es imprescindible ajustar este punto (en algunos casos incluso tapiando una parte de forma permanente).
Mojaremos solamente la mitad de la cuadra, así se duchará únicamente el animal que lo requiera
Por el contrario en verano (temperatura exterior superior a 36ºC), para mantener a los animales dentro de unas condiciones óptimas de confort, también podemos ayudarlos:
Ventilación transversal natural Nos puede ayudar en momentos de primavera y principio del verano.
Ventilación transversal automática (es necesaria luz y un termostato) Aumenta la pérdida de calor superficial por convección.
Pulverización de los animales Se requiere presión de agua, instalación y calidad de agua determinados para que no se obstruya y funcione correctamente. El mantenimiento es complicado.
Mojar los animales Con sistemas de ducha parecidos a los riegos de invernadero, pero con la prevención de no mojar más de la mitad de la cuadra. De está forma el que quiere se ducha y el que no está seco.
La ventilación transversal natural nos ayuda en primavera y principios de verano
Debemos conseguir un ambiente sin gases nocivos ni polvo y con una buena renovación de aire y temperatura adecuada. La base más importante es conseguir ajustar correctamente las ventilaciones mínimas en función del peso, estación y tipo de nave (por eso es tan importante que esté bien el aislamiento).
Intentar que en los meses más fríos en naves con animales de más de 70 kg las fosas estén lo más bajas posibles -para minimizar la acumulación de gases-.
En las entradas de lechones de los meses de invierno es vital que las naves estén secas, de lo contrario, todo el tiempo que tarden en coger temperatura es a costa del posible crecimiento y aumento de vulnerabilidad de los lechones a procesos infecciosos.
El uso de cañones de gas y productos secantes, como los de maternidad, son de gran ayuda en estos momentos.
En invierno, las naves deberán estar secas a la entrada de lechones, de no ser así se vería influenciado el crecimiento y vulnerabilidad ante infecciones de los mismos
En resumen, aunque parezca que prediquemos en el desierto, hay que intentar concienciar a los integrados, por el beneficio mutuo de ambas partes, de que tienen que destinar de un 5 a un 10% de los beneficios anuales de su explotación a realizar reformas y mejoras. Este sector está en continuo cambio y tenemos que adaptarnos permanentemente a él para poder ser competitivos.