La Dra. Farmer es una investigadora especializada en biología de la lactación porcina que trabaja en el Centro de Investigación y Desarrollo Sherbrooke (Agriculture and Agri-Food) de Canadá. Obtuvo su Licenciatura en Ciencias en la Universidad McGill (1980), su Máster en Ciencias en la Universidad de Saskatchewan (1982) y su Doctorado en la Universidad Estatal de Pensilvania (1986). El objetivo de la investigación de la Dra. Farmer es incrementar la producción de leche por parte de las cerdas y, por ende, el crecimiento de los lechones. Fue pionera en el estudio del desarrollo mamario en cerdas nulíparas y multíparas, y en la identificación de los factores implicados. Ha publicado 150 manuscritos científicos, 7 capítulos en libros y fue la editora principal del libro recientemente publicado “La cerda gestante y lactante” (“The gestating and lactating sow”) que también fue traducido y publicado en chino. Reconocida a nivel internacional, ha asistido como ponente en numerosas ocasiones en 13 países europeos, así como en China, Canadá y EE.UU. En 2003, la Asociación Canadiense de Ciencia Animal (CSAS) le otorgó el Galardón “Technical Innovation in Enhancing Production of Safe Affordable Food” y en 2017 recibió el premio más prestigioso que otorga esta asociación, el “CSAS Fellowship Award”. La Dra. Farmer formó parte del consejo ejecutivo del CSAS durante 12 años (presidente en 1998-99) y estuvo en el consejo editorial del Canadian Journal of Animal Science durante 11 años, siendo la editora jefe desde 2006 a 2010. Actualmente, está en su segundo mandato como miembro de la Sociedad Americana de Ciencia Animal.
¿Cómo potenciar la producción de calostro y leche en cerdas?
¿POR QUÉ LA PRODUCCIÓN DE CALOSTRO Y DE LECHE ES TAN IMPORTANTE?
Los lechones nacen con menos de un 1% de grasa corporal y son inmunodeficientes. Por ello, necesitan la inmunidad pasiva transferida a través del calostro de las cerdas (contiene inmunoglobulinas) y su energía para mantener su temperatura corporal, crecer y ser resistentes a las enfermedades.
Sin embargo, esto no ocurre en todas las camadas.
Se ha estimado que, aproximadamente, un tercio de las cerdas no son capaces de producir suficiente calostro para toda su camada.
La producción de leche es muy importante porque es un factor limitante de la tasa de crecimiento de sus lechones. Un incremento en la producción de leche se traduce en un mayor peso al destete y menos días de engorde para alcanzar el peso de venta.
La producción de calostro y leche es especialmente importante en el contexto actual en el que la incorporación de las líneas de cerdas hiperprolíficas es algo cada vez más habitual en nuestras granjas comerciales, incrementando las exigencias productivas de las cerdas en lo que a leche se refiere.
¿PODEMOS INCREMENTAR LA PRODUCCIÓN DE CALOSTRO?
La producción de calostro es muy variable entre las cerdas, existiendo muchos mecanismos y factores implicados que aún no se conocen por completo.
A diferencia de la producción de leche, la producción de calostro no depende mucho del tamaño de la camada ni de la intensidad de amamantamiento, pero está fuertemente influenciada por factores dependientes de la cerda.
Existen algunas evidencias de que la nutrición de la cerda a finales de la gestación puede influir en la producción de calostro, pero es necesario seguir investigando.
Se ha demostrado que con una única inyección con una dosis muy alta de oxitocina dentro de las 12-20 horas tras finalizar el parto puede prolongar la fase calostral, mejorando así la calidad de la leche ingerida por los lechones al inicio de la lactación.
La elevada concentración de proteínas, inmunoglobulinas y factor de crecimiento IGF-1 presente en el calostro se mantuvo durante un periodo más prolongado de tiempo tras el tratamiento. Esto se debe al hecho de que la oxitocina retrasa el cierre de las uniones estrechas entre las células epiteliales mamarias, favoreciendo el paso de las grandes moléculas desde el sistema circulatorio a la leche.
¿PODEMOS INCREMENTAR LA PRODUCCIÓN DE LECHE?
La producción de leche está influenciada por numerosos factores, como el tamaño de la camada, la paridad, la nutrición, genética, manejo, ambiente y estado endocrino. Sin embargo, un factor importante que a menudo pasa desapercibido es el desarrollo mamario. De hecho, la producción de leche depende del número de células productoras de leche presentes en la glándula mamaria al inicio de la lactación.
Se ha determinado que existe una correlación positiva entre el número de células mamarias y el ritmo de crecimiento de los lechones.
Los periodos en los que se produce un mayor crecimiento mamario son especialmente interesantes, ya que es durante estos periodos en los que, a través de estrategias nutricionales u hormonales, se puede influir en el desarrollo de la glándula mamaria.
¿EL MANEJO DE LAS CERDAS PRIMÍPARAS LACTANTES PUEDE AFECTAR A SU RENDIMIENTO DURANTE LA SEGUNDA LACTACIÓN?
Nuevos estudios demuestran claramente que los pezones que son utilizados durante la primera lactación producirán más leche durante la segunda.
Asimismo, el desarrollo de un pezón utilizado anteriormente mejora en la segunda lactación, y los lechones de una segunda lactación amamantados en pezones no utilizados anteriormente mostraron tener más hambre.
«Esto nos lleva a una importante pregunta: ¿Durante cuánto tiempo debería ser utilizado el pezón en la primera lactación para evitar este efecto negativo?»
Resultados recientes muestran que, si un pezón es empleado para amamantar durante solamente 2 días en el primer parto, su producción de leche no disminuirá en la segunda lactación.
Este dato es crucial para los productores de porcino, ya que será útil en la toma de decisiones con respecto a cerdas primíparas con una mala condición corporal. Así, sería posible retirar algunos lechones de cerdas primíparas a partir del 3er día de lactación, ya que la producción de leche de los pezones menos utilizados no se verá afectada negativamente en la siguiente lactación.
EL IMPACTO DE LA CONDICIÓN CORPORAL SOBRE EL DESARROLLO MAMARIO
La manipulación de la composición mediante la modificación de su ingesta de proteína y energía durante la gestación mostró que las cerdas obesas (36 mm EGD al final de la gestación) tienen un desarrollo mamario reducido y producen menos leche que las cerdas gordas (25 mm EGD) a pesar de pesar lo mismo. No obstante, no es habitual encontrarnos con estas condiciones corporales.
Un estudio reciente en el que se compararon condiciones corporales más habituales mostró que una cerda nulípara Yorkshire x Landrace que sea demasiado delgada (12-15 mm EGD en el punto P2 de la última costilla) al día 110 de gestación tendrá menos tejido secretor de leche en su glándula mamaria que una cerda con 17-26 mm EGD.
Estos resultados demuestran que el plan de alimentación durante la gestación tiene un fuerte impacto en la posterior producción de leche en cerdas primíparas (influencia en el desarrollo mamario).
Esto es un dato importante que puede ser útil para los productores a la hora de maximizar la producción de leche en cerdas primíparas mediante la optimización de su condición corporal al final de la gestación.