Veterinaria por la Facultad de Veterinaria de Extremadura y con cerca de veinte años de experiencia y que en la actualidad es Directora de Producción e Investigación y especialista en Bioseguridad del Grupo Kerbest en donde ha desarrollado y puesto en marcha desde su diseño y concepción la Granja Grangenia en Herreros de Suso (Ávila), multiplicador de genética porcina de altos estándares de Bioseguridad. Desde el año 2004 dirige la implantación en Agropecuaria la Serrota de los protocolos de manejo y Bioseguridad en sus diferentes granjas. Su actividad profesional la compagina entre otras, como docente formadora en Bienestar Animal y colabora de forma activa con el Centro Integral de Formación Profesional Agrario de Ávila dentro del FP Dual de Técnico Agropecuario Especializado en porcino.
Bioseguridad práctica en las granjas porcinas: “algo vivo”
En los últimos años, empezamos a oír hablar de la Bioseguridad como algo novedoso y nada más lejos de la realidad. Es algo que ha existido siempre, pero también es verdad que antes nuestra Bioseguridad se centraba en aspectos más básicos como impedir la introducción de animales enfermos en nuestras granjas, las dosis de semen que comprábamos o el vallado perimetral, y ahora, todo lo que antes era importante, ha pasado a ser básico dejando paso a aspectos que nos resultan más difíciles de controlar porque en la mayoría de los casos no los vemos.
¿QUÉ ENTENDEMOS COMO BIOSEGURIDAD?
El conjunto de medidas que nos ayudan a evitar la entrada de patógenos a nuestro país, región o granja, que nos disminuyen el número de patógenos dentro de nuestro sistema productivo y que a su vez evitan que estos patógenos puedan diseminarse.
Si echamos la vista atrás, vemos que la población mundial no ha parado de crecer desde el siglo XVIII y que en los últimos cincuenta años su crecimiento ha sido muy superior.
¿Qué quiero decir? Según la ONU, la población mundial no dejará de crecer hasta el año 2100, en el que llegaremos a ser 11.000 millones de habitantes en la tierra, siendo en la actualidad unos 7.700 millones. Este incremento de población implica una mayor producción de alimentos.
Al mismo tiempo que la población crece, la transmisión de enfermedades también lo ha hecho. Con la evolución de la sociedad y el fenómeno de la globalización, el tránsito de animales y personas es una realidad en constante crecimiento y por supuesto es la principal vía de diseminación de enfermedades.
Desde hace ya unos años, las granjas han incrementado su tamaño para abastecer de alimentos a la población y ser más competitivas, lo que nos ha obligado a ser más estrictos con nuestra bioseguridad para que estas granjas sean viables y a la vez consigamos garantizar:
- El bienestar de nuestros animales
- Disminuir el uso de antibióticos
- Reducir la huella de carbono
- Ser eficientes energéticamente
- Promover una economía circular que a su vez ayude a frenar la despoblación rural
Bioseguridad Externa
La Bioseguridad Externa va a ir encaminada a disminuir la entrada de patógenos a nuestra granja. Y, por tanto, contribuirá al bienestar y a la disminución de antibióticos ya que gozaremos de animales más sanos.
Nos ayudará una buena localización, el diseño de las instalaciones, el vallado, la gestión que hagamos de los cadáveres y los residuos, la gestión de purines (hay que controlar todas las parcelas que tenemos a nuestro alrededor), las visitas (si pueden ser -1 mejor), transportes de animales (hay que diferenciar entre los que van para vida de los que van para matadero que corre más riesgo), transporte de pienso y de semen.
En resumen, una infinidad de movimientos que han de ser analizados individualmente y controlados a través de un plan de ejecución entendido por todos los agentes que lo integran.
La desventaja de las granjas más grandes, es que generan más volumen de actividad y movimientos: animales, personas, materiales… y al final tenemos que ser conscientes que en cada movimiento o entrada a nuestra granja (llamémoslo n) SIEMPRE se genera un riesgo (que llamaremos R) y ese riesgo NUNCA será CERO.
Bioseguridad Interna
La Bioseguridad Interna se centrará en disminuir las poblaciones de patógenos que tenemos en nuestra granja, evitar su diseminación entre las distintas áreas y también al exterior (porque lo que no queremos para nosotros, tampoco lo queremos para nuestro vecino).
Durante mucho tiempo ha sido la eterna olvidada, aunque últimamente hemos empezado a hacer un buen uso de ella gracias en gran medida a la prohibición por parte de la Unión Europea de la mayoría de los antibióticos.
Disponer de unas buenas instalaciones de fácil lavado y desinfección y actuaciones como un plan vacunal correcto, el uso de pediluvios, impartir formación a los empleados sobre la importancia de la asepsia de las instalaciones, hacer uso de las cuarentenas, los controles periódicos de agua y de roedores, entre otras, han conseguido que la mayoría de las granjas sigan siendo igual de productivas a pesar de la drástica disminución en el uso de antibióticos.
No hay que olvidar que las enfermedades van a repercutir directamente en los costes de producción (aumento de la mortalidad, abortos, disminución de fertilidad, disminución de N.V., disminución de ganancia media diaria) e indirectamente en el dinero que gastaremos en antibióticos, vacunas y su aplicación.
SISTEMA EFECTIVO DE BIOSEGURIDAD
La mayor parte de las medidas son aplicables a la mayoría de los casos, pero dependiendo de los factores que queramos controlar implantaremos unos sistemas u otros; por eso decimos que “LA BIOSEGURIDAD ES ALGO VIVO”.
Para poder desarrollar un sistema efectivo de bioseguridad necesitamos un profundo conocimiento de la etiología de las enfermedades:
Una vez conozcamos estos factores estaremos en disposición de desarrollar nuestro Plan de Bioseguridad:
¿De qué depende el nivel de Bioseguridad?
Con todo lo anterior desarrollado, solo queda añadir que la Bioseguridad va a depender de los siguientes factores:
- Conocimiento
- Plan de acción
- Ejecución
- Observación
- Región o localización
- Incertidumbre: ¡¡¡el único de los factores que no podemos controlar!!!, porque el día que nosotros decidimos poner una granja con la mejor localización posible y el mejor Plan de Bioseguridad, entran en juego los animales que actuarán de hospedadores a la vez que la actividad propia de la producción generará un movimiento alrededor; por eso decimos que el RIESGO CERO NO EXISTE.