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Mercolleida suaviza la caída del precio del porcino y aplica una rebaja de 6 céntimos

Mercolleida ha frenado el descenso del precio de la carne de cerdo, con una bajada de 6 céntimos en la cotización del cerdo de engorde.

Mercolleida ha moderado este jueves el descenso del precio del porcino, registrándose una reducción de 6 céntimos en la cotización del cerdo de engorde, 2 euros en la del cochinillo y 2 céntimos en la de la cerda. Tras dos semanas consecutivas con bajadas de 10 céntimos impulsadas por el brote de peste porcina africana (PPA), la cotización del cerdo de engorde vuelve a situarse dentro de los límites habituales de variación máxima, lo que refleja una estabilización parcial del mercado tras la fuerte volatilidad registrada en días anteriores.

El director general de Mercolleida, Miquel Àngel Bergés, ha señalado que “la situación sigue siendo grave, pero ya no es la excepcionalidad de la primera semana de afectación y la situación es un poco mejor que entonces”. Según Bergés, el mercado continúa bajo presión, aunque la moderación en los precios indica que los operadores están ajustando la oferta y la demanda tras los impactos iniciales de la Peste Porcina Africana.

La lonja de referencia subraya que la prioridad sigue siendo contener el foco de la enfermedad y garantizar la continuidad de la exportación hacia mercados internacionales estratégicos muy importantes para España, como Japón y Filipinas, que representan destinos clave para el porcino español. En este sentido, la estabilidad de los precios no solo depende de la oferta nacional, sino también de la capacidad de mantener abiertos estos canales comerciales, lo que condiciona directamente la rentabilidad del sector.

Analistas del mercado coinciden en que la combinación de control sanitario, regulación de la oferta y continuidad de la exportación será determinante para evitar descensos abruptos en las próximas semanas. Por ahora, la moderación de Mercolleida del precio del porcino de este jueves supone un pequeño respiro para los productores, aunque la incertidumbre persiste mientras se evalúa la evolución del brote y su impacto en la producción y los precios futuros.

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