Por Manuel Toledo Castillo, José Joaquín Sánchez Serrano, Arturo López Sánchez, Sara Crespo Vicente & Juan Jiménez García S.A.U
La correcta elección de los animales y la realización de una necropsia de manera reglada, junto con la recogida de muestras de forma adecuada y su envío al laboratorio, nos aportarán una importante información sobre la patología que estamos padeciendo.
No pretendemos ser exhaustivos, sino más bien, ser una guía práctica a nivel de campo con las dificultades que esto conlleva. De esta manera, nos permite tener una visión global de la evolución de los animales (cómo se inició el proceso y qué evolución sigue en el tiempo, los tratamientos y cómo estos han evolucionado) e incrementa de manera notable el alcanzar un diagnóstico correcto.
NORMAS GENERALES A SEGUIR
- No se deben seleccionar animales que estén al final del proceso infeccioso, ya que posiblemente las lesiones sean el resultado de las interacciones con otros gérmenes.
- No seleccionar animales enfermos crónicos (de las cuadras de colas), ya que estos animales suelen ser animales que han tenido tratamientos antibióticos repetidos y por lo tanto el diagnóstico estará sesgado.
- No realizar la toma de muestras para la realización de antibiogramas de animales tratados, ya que el aislamiento del germen y su antibiograma, estarán totalmente distorsionados.
- Es aconsejable sacrificar animales en los distintos estadios de la enfermedad, para correlacionar los síntomas clínicos con las lesiones que observamos y establecer la posible correlación, de lo observado en la necropsia y lo que vemos en la explotación.
- Es necesario un número suficiente (ya que un número reducido sesga el diagnóstico). Este número de animales varía, dependiendo de la evolución del proceso, si es un proceso sobreagudo o un proceso de evolución lenta en la explotación
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