Un estudio llevado a cabo por investigadores chinos y neozelandeses han estudiado cómo la inflamación intestinal inducida por estrés térmico influye en la composición de la microbiota y su contribución a patologías como la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII).


Se observó una disminución significativa de Bacteroides, un aumento significativo de Akkermansia, en los ratones que recibieron heces del grupo HS, encontrándose que las lesiones intestinales y el número de células caliciformes también era mayor en estos ratones.



















