Un reciente estudio publicado por investigadores de la Universidad de Minnesota arroja luz sobre un problema persistente en la producción porcina: la caudofagia.
El estudio revela que la estructura social de los cerdos puede tener un impacto considerable en la frecuencia y severidad de las mordeduras de colas.
Los investigadores agruparon a 96 cerdos en grupos de ocho por corral, basándose en su origen:
- Compañeros de camada.
- Parcialmente compañeros de camada.
- No compañeros de camada.
Durante el estudio, se evaluaron las lesiones en la cola de los cerdos dos veces por semana, desde las 10 hasta las 24 semanas de edad. Además, se grabó el comportamiento de los cerdos a las 15, 19 y 23 semanas, para analizar las interacciones sociales utilizando un análisis de redes sociales.
Los resultados mostraron que los cerdos que compartían corral con sus compañeros de camada presentaban un mayor puntaje máximo de lesión en la cola (MTS) en comparación con aquellos que no compartían origen de camada. Además, los cerdos en corrales con compañeros de camada mostraron una mayor centralización en las redes de asociación, lo que indica relaciones sociales más concentradas y menos distribuidas.
En cambio, los cerdos en corrales con compañeros no relacionados presentaron una menor centralización de grado en sus redes sociales, lo que sugiere una distribución más equitativa de las interacciones sociales.
El análisis reveló que un mayor grado de centralidad en estas redes estaba asociado con un aumento en la gravedad de las lesiones.
Este estudio preliminar pone de manifiesto la importancia de comprender y gestionar las estructuras sociales en los corrales como clave para reducir la incidencia de caudofagia.
Al mejorar el diseño de los corrales y fomentar interacciones sociales más saludables entre los cerdos, se podría mitigar significativamente este problema, mejorando tanto el bienestar animal como la rentabilidad económica. |
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