Un reciente estudio realizado por investigadores del Western College of Veterinary Medicine de la Universidad de Saskatchewan, Canadá, ha revelado que proporcionar oportunidades de juego a los cerdos durante su crianza puede mejorar significativamente su resiliencia frente a enfermedades.
En particular, los cerdos fueron criados en un entorno con oportunidades de juego mostraron una mayor capacidad para resistir la infección del virus del Síndrome Reproductivo y Respiratorio Porcino (PRRSV), una enfermedad común en la industria porcina que causa graves pérdidas económicas.
Para llevar a cabo el estudio, se asignaron lechones a dos grupos:
A los lechones del grupo PLY se les ofreció espacio adicional y elementos de enriquecimiento para fomentar el juego durante 3 horas diarias, desde los cinco días de edad hasta el momento de su sacrificio, a los 65 días de edad.
Los resultados mostraron que los cerdos del grupo PLY desarrollaron menos lesiones en la piel tras el transporte y durante la infección, en comparación con los cerdos del grupo CON.
Además, aunque la carga viral no difirió entre ambos grupos, los cerdos del grupo PLY presentaron una menor probabilidad de sufrir síntomas respiratorios graves y experimentaron recuperación más rápida, presentando también un mejor rendimiento durante la infección, con un mayor ganancia diaria de peso y una mejor eficiencia alimentaria. |
El análisis inmunológico reveló que los cerdos del grupo PLY presentaron una respuesta inmunitaria diferente, con menos monocitos y linfocitos en comparación con el grupo CON, lo que sugiere una menor inflamación.
Este estudio demuestra que el bienestar positivo, fomentado a través del juego, no solo mejora la calidad de vida de los cerdos, sino que también les otorga una mayor capacidad para afrontar los desafíos sanitarios comunes en la producción porcina moderna. Los hallazgos subrayan la importancia de implementar prácticas de bienestar animal que incluyan oportunidades de juego en la cría intensiva de cerdos. |
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