Desde hace 30 años, a través del desarrollo de tecnología y portabilidad, las técnicas ecográficas en tiempo real (B-Mode) se han convertido en una valiosa herramienta de diagnóstico reproductivo, siendo rápidamente introducidas en la industria porcina como complemento para confirmar la gestación (Kauffold et al., 2019).
LAS CLAVES DE UN BUEN DIAGNÓSTICO ECOGRÁFICO EN CERDAS
Dentro del útero encontraremos las vesículas embrionarias y conforme va avanzando la gestación, en su interior podremos observar el embrión.
El diagnóstico correcto al comienzo de la gestación, depende de la calidad del equipo, así como de las habilidades y experiencia de la persona que realiza el examen. |
A la hora de abordar el diagnóstico ecográfico, el primer paso es saber identificar las estructuras anatómicas para realizar una correcta exploración transabdominal.
El transductor, también llamado sonda, se debe colocar en el flanco inferior de la zona inguinal por encima de las glándulas mamarias (Imagen 1).
Una vez colocada la sonda, se debe pasar a delinear los tejidos, evaluándolos en función de su ecogenicidad, ecotextura y tamaño.
Durante los DNP las cerdas solo incurren en gastos y no generan ingresos, ya que son todos aquellos días que la cerda a partir de su entrada en área reproductiva hasta su descarte, no está gestante ni lactante.
Sin embargo, un DNP puede costar más, si lo calculamos como un coste de oportunidad, es decir, cuántos kilos de carne dejamos de facturar (Figura 1).
Al colocar la sonda en una cerda púber no gestante, las estructuras que encontraremos (Imagen 2) son:
Previamente a su incorporación al grupo de reproductoras, estas hembras nulíparas deben haber alcanzado la pubertad, sin embargo, a menudo se retrasa por diferentes causas (Kauffold, 2003).
Por lo tanto, los ganaderos con frecuencia tienen dudas sobre si las primerizas son sexualmente maduras o no y, como resultado:
En general, las primerizas descartadas no deben exceder el 5% en un sistema de producción (Althouse, 2019).
Tales errores de gestión reducen las ganancias financieras y existe la necesidad de detectar estas hembras correctamente mediante un método fiable para detectar la madurez sexual.
Así, otro de los usos que podemos darle a nuestro ecógrafo es poder detectar qué cerdas son púberes y cuáles permanecen impúberes con la finalidad de poder dar un tratamiento hormonal a aquellas que no han desarrollado su aparato reproductor y, si no responden al tratamiento, descartar a la hembra ya que su útero difícilmente se desarrollará. |
Las imágenes obtenidas con el ecógrafo, permiten detectar el tamaño del útero y de los cuernos uterinos (Imagen 3):
Un estudio realizado por Goudet et al en 2018, demuestra cómo varían las longitudes de los cuernos uterinos, peso de los ovarios y número de cuerpos lúteos en una hembra púber, una hembra inmadura y una hembra con segundo celo (Tabla 1).
Corroboramos estos datos al realizar un análisis en la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, en el que pudimos identificar claramente diferencias en longitud, diámetro y peso entre los cuernos uterinos de hembras púberes e impúberes, así como el tamaño y actividad ovárica, tal como se muestra en la Imagen 4.
Desde 1980, contamos con una valiosa herramienta, el ecógrafo, que se ha convertido en un elemento esencial para el diagnóstico y rendimiento reproductivo de las granjas porcinas.
La combinación de una formación adecuada y un equipo de calidad, nos proporciona un valor añadido para obtener los mejores índices productivos y reproductivos en nuestra granja.
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