Un reciente estudio propone un enfoque genético para mejorar dos parámetros clave en la producción porcina: el tamaño de camada y la uniformidad del peso al nacimiento.
El trabajo, liderado por investigadores de la Universidad de Khon Kaen (Tailandia), analizó datos de casi 10 000 camadas y más de 100 000 lechones de diversas razas. A partir de esta extensa base de datos, se estimaron parámetros genéticos y se desarrolló un índice de selección que permite integrar de forma equilibrada los objetivos de producción y bienestar animal.
Los resultados mostraron que los caracteres relacionados con el tamaño de camada (lechones nacidos totales -LNT- y lechones nacidos vivos -LNV-) presentan una heredabilidad baja, lo que indica una fuerte influencia ambiental. En cambio, el peso al nacimiento mostró una heredabilidad moderada, lo que lo convierte en un objetivo más viable para la mejora genética.
La uniformidad del peso dentro de la camada, medida a través de variables como el coeficiente de variación, también mostró baja heredabilidad, subrayando el papel crucial de la nutrición materna y el manejo en su control.
Una de las principales aportaciones del estudio fue la construcción de un índice de selección que combina LNV, el peso total de la camada y el coeficiente de variación.
Los autores concluyen que un programa de mejora genética que contemple simultáneamente el tamaño de camada y la uniformidad de pesos puede contribuir de forma decisiva a una producción más eficiente, sostenible y rentable. |