Lo más importante es evitar la entrada del virus, debido al alto número de granjas negativas a la enfermedad en el mundo.
- Evitar la proximidad a otras granjas y a otras posibles fuentes de infección.
- Control de las visitas a granja y de la entrada de vehículos.
- Aplicación del todos dentro – todos fuera.
- Evitar la entrada de aves silvestres.
- Realizar un adecuado tratamiento de purines.
- Evitar la entrada de purines de otras granjas y manejo del utillaje.
- Manejo adecuado de las cerdas de renovación.
- Evitar el contacto con jabalíes.
En general se trata de extremar todas la medidas de bioseguridad en granjas negativas para evitar la infección de granjas.
- Programa de vacunación de madres. Lo cual también es de cumplimiento obligatorio en España para granjas con estatus negativo.
- Programa de vacunación en lechones.
- Evitar la transmisión tras el destete mediante un diseño de instalaciones que impida el flujo continuo. Es decir establecer una sistema de manejo todos dentro- todos fuera.
Los programas de erradicación de la enfermedad han tenido éxito en muchos países del mundo. En España, por ejemplo, la enfermedad se considera como erradicada en el cerdo doméstico. El éxito de los programas de erradicación se basa en la utilización de vacunas marcadas. Esto se debe a que se inmuniza a la población a la vez que se puede distinguir entre vacunados de infectados.
Al poder distinguir a los vacunados de los que se han vacunado y además infectado, se puede lograr más rápidamente la eliminación de los positivos.
1. Utilización sistemática de vacunas marcadas.
2. Controles biológicos rutinarios.
3. Sacrificio de los reproductores positivos.
4. Prohibición de la vacunación.
Fuente: OIE
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