La producción de cerdos a pesos más altos como estrategia para abastecer la actual demanda en países asiáticos fue el tema central de la mesa redonda virtual organizada por Zoetis.
La demanda de proteína animal a nivel mundial sigue aumentando conforme aumenta la población, sin embargo, las restricciones derivadas del bienestar animal y la sostenibilidad medioambiental ponen un claro límite al incremento de la producción de carne de cerdo en base al aumento del número de animales sacrificados.
En este sentido los principales competidores a nivel internacional por el abastecimiento de mercados tan importantes como China, que debido a las peste porcina africana no recuperará una producción estable hasta 2027, hace tiempo que han cambiado su estrategia hacia la producción de más kilos de carne por cerda y año, dejando atrás el foco en seguir incrementando el número de lechones destetados por cerda y año.
Durante la mesa redonda, representantes de dos países que orientan ya sus producciones en este sentido, Canadá y Brasil, explicaron su experiencia y los cambios principales a realizar en la estructura de producción para incrementar el número de kilos de carne aumentando los pesos al sacrificio.
Coincidieron en que la inmunocastración, junto a la genética, la alimentación y el manejo, juegan un importante papel en este sentido.
En este sentido, desde 2002, cuando el peso medio del animal al sacrificio en dicho país era de 108 kg (88 kg de canal), han conseguido en 2019 pesos de 128 kg al sacrificio con canales de 104 Kg.
“En cuanto a las posibles desventajas -dijo- al incrementar el peso al sacrificio puede producirse una mayor variación de pesos en los puntos de clasificación, con mayor porcentaje de canales grasas”.
De hecho, nuestro país, con 2 821 kg vendido por cerda al año, está por detrás de sus principales competidores comunitarios, especialmente de Dinamarca (3 550 kg cerda /año) pero también de Alemania, Holanda, y Francia.
Font aconsejó seguir aumentando los pesos al sacrificio para mejorar los márgenes, sin olvidar para ello “optimizar el espacio en cebo, minimizar el efecto veranos con sistemas de climatización en las granjas y ajustar la alimentación de los animales”.