Según un informe de la Dirección de Investigaciones Económicas de Grupo Bancolombia, la producción de carne de cerdo en Colombia registró una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 7,4 % entre 2021 y 2024, superando a grandes productores como China (-0,1 %), Unión Europea (-0,9 %), Estados Unidos (1 %) y Brasil (2,2 %). Para 2025, se proyecta que Colombia mantenga un crecimiento del 7 %.
Este desempeño ha sido posible incluso en contextos de altos costos. La caída en los precios de la soya y la torta de soya durante 2024 ha compensado el aumento del 9,7 % en el precio del maíz, lo que permitió a los productores sostener sus márgenes.
Aumento del consumo e importaciones
El crecimiento en la producción ha estado acompañado por una mayor demanda interna. Las importaciones de carne de cerdo presentaron una TCAC del 9,1 % entre 2021 y 2024, con una proyección del 4,6 % para 2025. Esto contrasta con la tendencia mundial, que registró una caída acumulada del -7,8 % en el mismo periodo.
El desafío de la exportación
Colombia logró un récord de exportación en 2023 con 1.492 toneladas, impulsadas por envíos a Venezuela. No obstante, esta dinámica no se consolidó: en 2024, las exportaciones cayeron un 76,7 %, y en el primer cuatrimestre de 2025 se registró una nueva caída cercana al 10 %, con Cuba como principal destino.
El país cuenta con habilitaciones sanitarias para mercados como Singapur, Macao, Angola y Ghana, pero enfrenta limitaciones logísticas y de escala para consolidar su presencia internacional.
Participación del cerdo importado y presión sobre el sector local
Durante el primer cuatrimestre de 2025, las importaciones representaron el 24 % del consumo nacional, frente al 14 % en 2020. Los principales cortes importados son carne deshuesada (42 %) y chuletas-costillas (40 %).
El precio del cerdo importado, ajustado por mermas y logística, se ha mantenido muy cercano al del cerdo nacional, con una diferencia inferior al 4 % en lo corrido de 2025. Esta competencia directa exige mayor eficiencia operativa por parte del productor colombiano.
Reemplazar importaciones: un reto estructural
El informe señala que reemplazar los cortes importados implicaría un aumento del 56 % en el sacrificio nacional, lo que requeriría 295.000 hembras adicionales en el hato porcino y una inversión de hasta COP 3 billones solo en vientres.
Además, el consumo per cápita debería pasar de 14,7 kg/hab en 2024 a 18,6 kg/hab para absorber toda la carne nacional si se dejara de importar chuletas y costillas.
Más que sustituir: competir con eficiencia
La conclusión del análisis es clara: el foco del sector debe estar en incrementar su competitividad frente al cerdo importado. Esto implica fortalecer la eficiencia productiva, la trazabilidad, la frescura del producto y su posicionamiento en los canales de comercialización.
Fuente: Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado – Grupo Bancolombia (julio 2025).
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