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Reducción de antibióticos – Experiencia danesa y holandesa. Parte I

Escrito por: Susana Mesonero Escuredo -

One Health Project Manager - Ceva Salud Animal

Los antibióticos se han utilizado a lo largo de la historia humana de diferentes formas. Durante los últimos 100 años su producción se ha industrializado, por eso su disponibilidad se ha visto incrementada, disminuyendo el coste de los mismos y aumentando su uso en humana y producción animal.

Su eficacia y su uso generalizado han llevado a un aumento de la resistencia a los antimicrobianos y a nuevos desafíos relacionados.

La producción porcina es uno de los sectores de producción animal intensiva más importantes de todo el mundo. La Unión Europea (UE) ha establecido medidas en las últimas décadas para disminuir el uso de antibióticos.

Las restricciones comenzaron en Dinamarca en 1998, y en 2006 la UE prohibió su uso como promotores de crecimiento.

El plan de acción contra la amenaza creciente de las resistencias bacterianas, formulado por la comisión en 2011, recoge una serie de acciones a poner en práctica en los países miembros de la UE para poder garantizar la utilización adecuada de los antibióticos en medicina humana y veterinaria, así como para prevenir las infecciones bacterianas y su propagación.

Principales acciones propuestas:

La Organización Mundial de la Salud publicó en abril de 2014 el primer informe sobre el alcance mundial de las resistencias de antibióticos, donde se advierte que podríamos estar asistiendo al fin de una era, dando comienzo a la era post-antibiótica.

Según el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades se estima que las cepas resistentes, en lo que se refiere a Europa, causan al año 400.000 infecciones, 25.000 muertes y 1.500 millones de sobrecoste para sus sistemas de salud.

La UE es una de las principales áreas de producción porcina del mundo, encontrándose entre los principales productores (Top 5, Eurostat):

El consumo de antibióticos en la UE es más alto en los países del sur que en los del norte.

En lo que se refiere al Top 5, España tiene el mayor ratio de consumo y Dinamarca el más bajo, seguido de cerca por Holanda.

Podemos tomar la experiencia danesa y holandesa como ejemplo.

   Dinamarca 

1995 Se prohibió el uso del promotor del crecimiento avoparcina.

Los fármacos veterinarios pasaron a venderse solo mediante prescripción veterinaria, evitando que los veterinarios sacaran provecho de las ventas de antibióticos y se implementó un sistema de monitorización del uso de antibióticos (VETSTAT), asegurándose de que todos los antibióticos de uso animal quedasen registrados.

1998 → Se prohibió el uso de promotores en el engorde.

2000  Entró en vigor la prohibición total de los promotores de crecimiento en todos los grupos de edad.

Esta prohibición empezó como un esfuerzo voluntario de la industria que posteriormente el gobierno legisló.

2002 → Se restringió el uso veterinario de fluoroquinolonas a los casos en que ningún otro antibiótico fuera efectivo, para reducir el uso de antibióticos clasificados como de importancia crítica para la medicina humana por la OMS.

2005 → Dinamarca implementó políticas requiriendo auditorias bianuales de los veterinarios que trabajaban para la industria porcina, aumentando la prevención de los veterinarios en sus prescripciones.

2010 

Las granjas porcinas que excedían el límite reglamentario estaban sometidas a medidas cautelares para reducir su uso, con un aumento de la monitorización por los funcionarios y a varias sanciones.

La iniciativa Yellow Card ha reducido el uso de antibióticos en la producción porcina danesa a un nivel muy bajo.

   Holanda  

Implementó un ambicioso plan con 2 prioridades:

  1. Reducir el uso de antibióticos en humana
  2. Reducir el uso en veterinaria

El mercado está incrementando la demanda de más productos criados sin antibióticos (raised without antibiotics =RWA) o producidos sin antibióticos

OBJETIVO DE HOLANDA

2009

Reducción del 70% del uso de antibióticos anualmente.

2015

El total alcanzado fue del 58% y probablemente sean necesarias nuevas medidas.

2006 → Prohibición de los promotores de crecimiento en la UE.

2009 → Holanda estableció medidas adicionales en los grupos de interés a nivel nacional.

2010 → Las primeras experiencias parecen demostrar que tras un periodo de reducción de antibióticos las resistencias son en parte reversibles, tal y como muestran los datos obtenidos sobre las resistencias en humana.

Como ejemplo, las de Salmonella typhimurium que tuvieron una tendencia ascendente hasta 2010, cambiaron su predisposición desde 2013, al igual que en porcino (NetMap, 2016).

Este gran desafío requiere de una estrategia multidisciplinar, luchando todos juntos en la misma dirección. Para ello, la OMS (World Health Organisation = WHO) y la OIE (World Organisation for Animal Health) han iniciado un proyecto llamado “ONE HEALTH = un mundo, una salud”.

Este proyecto pone de manifiesto la importancia de la toma de conciencia colectiva del vínculo existente entre las enfermedades animales y la salud pública.

Desde hace tiempo es sabido que un 60% de las enfermedades humanas infecciosas conocidas son de origen animal, al igual que un 75% de enfermedades humanas emergentes

Con todo ello, actualmente se cree que se puede reducir el uso de los antibióticos combinando diversas estrategias:

 MANEJO ÓPTIMO DE LA GRANJA

 NUTRICIONALES

 SALUD DE LOS ANIMALES

Aunque la resistencia a los antimicrobianos forma parte de nuestra historia, (ya fue descrita por primera vez en 1940); el conocimiento científico de las diversas vías a través de las cuales surge y se propaga está todavía en sus inicios.

Por desgracia, estas resistencias se han intensificado en las últimas décadas por el uso abusivo de antibióticos en medicina humana, veterinaria y producción agrícola.

Pese a que las resistencias parecen poder ser reversibles en los países que han implementado medidas de reducción en el uso de antibióticos durante los últimos años, lo cual no deja de ser esperanzador, para la OMS la resistencia a los antibióticos es hoy en día una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo.

Además, se ha anunciado que para el 2050 la mayor causa de muerte en el ser humano será debida a las resistencias antimicrobianas, superando las muertes provocadas por el cáncer y accidentes de tráfico.

Afortunadamente existen alternativas para el control de las enfermedades y para la reducción del uso de los antibióticos, siendo una de las principales el uso de vacunas frente a enfermedades bacterianas o víricas que eviten infecciones bacterianas secundarias.

Todos sabemos que el éxito de un programa de vacunación radica en un enfoque más amplio que su mera aplicación, debiéndose seguir un protocolo básico:
  1. Empezar haciendo un buen diagnóstico
  2. Asegurar un buen desarrollo inmunitario con una aplicación óptima en animales no inmunodeprimidos
  3. Combinar con herramientas de bioseguridad e higiene
  4. Realizar un buen seguimiento y monitorización del proceso

Por lo tanto, las vacunas no son la bala mágica, pero pueden ser de gran ayuda.

En la siguiente edición se presentarán experiencias prácticas en la reducción del uso de antibióticos a través del empleo de Ecoporc Shiga®

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