La capacidad del epitelio intestinal para funcionar correctamente como barrera entre el medio interno y el externo es esencial para mantener la salud porcina. Se sabe que el intestino no solo toma importancia en la digestión y absorción de nutrientes, sino también porque es el órgano inmune más grande del organismo, es ahí la importancia de la salud intestinal en cerdos.
En la producción porcina, factores patógenos y no patógenos producen lesiones y deficiencia en el funcionamiento de la mucosa intestinal, generando así un inadecuado crecimiento de los cerdos.
En la crianza de cerdos, una de las razones que más pérdidas económicas genera es el estado inflamatorio intestinal, que puede ser generado por diferentes desafíos como lo son las micotoxinas, bacterias, virus, parásitos, peróxidos de soya, estrés por calor, destete, etc. Estos pueden ocasionar:
La integridad intestinal está relacionada directamente con una mayor productividad y rentabilidad económica
En granjas porcinas es común ver problemas gastrointestinales en todas las etapas, las diarreas suelen ser un signo clínico habitual. Estas alteraciones disminuyen la ganancia diaria de peso, aumenta el número de días con los que llega al mercado, incrementa la mortalidad, aumenta la grasa dorsal, entre otras. Estos desórdenes digestivos pueden estar asociados a una motilidad anormal, baja digestibilidad, desbalance de la flora intestinal, alteración enzimática, factores antinutricionales, tamaño de partícula inadecuado, etc.
Por lo tanto es importante desarrollar estrategias nutricionales para mantener y mejorar la integridad intestinal en los cerdos, mejorando su salud y optimizando la absorción de nutrientes para finalmente lograr la producción inocua de alimento para el consumo humano. Aunque en términos generales, en la producción porcina se debe trabajar de manera integrada conociendo todas las posibles causas del deterioro de la salud del animal para así poder tomar las mejores decisiones a todo nivel.
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