La intensificación de la producción porcina ha supuesto un florecimiento económico sin precedentes en España. Sin embargo, la incorporación de genéticas de crecimiento rápido y de mayor rendimiento ha supuesto la pérdida de parte de nuestro propio acervo genético.
La raza Porco Celta, raza autóctona en peligro de extinción originaria de Galicia, es un ejemplo de la importancia de la recuperación y preservación del patrimonio genético de nuestro territorio y de que con estos animales se pueden obtener productos de calidad diferenciada.
ORÍGENES DEL PORCO CELTA
Para dar con los orígenes del Porco Celta, debemos remontarnos a los orígenes del cerdo doméstico. La mayoría de los historiadores establecen tres troncos prehistóricos que dieron origen al cerdo doméstico:
Sus scrofa (Jabalí europeo)
Sus mediterraneus (Jabalí mediterráneo)
Sus vittatus (Cerdo asiático)
Se cree que los cerdos llegaron a la Península Ibérica probablemente en el Neolítico, con dos variedades principales: el tronco ibérico y el céltico.
El tronco ibérico procedería del cruce del Sus scrofa ferus con el Sus mediterraneus.