El virus del PRRS (PRRSV) se vuelve endémico en las poblaciones infectadas, observándose un cuadro clínico en los grupos altamente susceptibles. Lograr que la inmunidad esté establecida cuando los lechones son destetados puede protegerles de las infecciones tempranas. Sin embargo, la vacunación de los lechones recién nacidos se suele retrasar hasta las 3-4 semanas de vida debido a los efectos de la inmunidad maternal.
Una vez vacunados los lechones, la inmunidad frente a PRRSV puede tardar 3-4 semanas en desarrollarse. Además, en animales con títulos altos de anticuerpos, la instauración de una respuesta inmunitaria posvacunal efectiva puede verse obstaculizada durante al menos 4 semanas, pudiendo existir un periodo de riesgo de infección con PRRSV en el que la inmunidad maternal ya no es eficaz y la inmunidad vacunal aún no se ha desarrollado.
La posibilidad de contar con una vacuna que induzca una respuesta inmunitaria eficaz desde el primer día de vida del lechón y que no se vea afectada por la inmunidad maternal permitirá superar este problema, obteniéndose lechones destetados mejor preparados para afrontar el desafío del PRRSV.
Inmunidad maternal vs. vacunación temprana – ¿Quién ganará?
La vacunación temprana de lechones, cuando se puede demostrar la ausencia de interferencia con la inmunidad maternal, puede realizarse en aquellas situaciones en las que hay circulación de PRRSV tras el destete. Por ello, se evaluó el riesgo de interferencia de los anticuerpos maternales (MDA) con la vacunación de lechones de 1 día de vida por vía intramuscular con una vacuna comercial atenuada (Suvaxyn® PRRS MLV) basada en PRRSV-1.
Diseño experimental
1.- Obtención de lechones MDA positivos
Para producir lechones con anticuerpos maternales frente a PRRS (MDA positivos), se vacunaron 6 cerdas seronegativas (procedentes de una granja negativa a PRRSV) con una vacuna atenuada basada en PRRSV-1 (Suvaxyn® PRRS MLV) con la dosis máxima registrada (105,2 TCID50/dosis) durante la primera mitad de gestación.
Las cerdas fueron sangradas al parto y el suero se analizó por ELISA y por seroneutralización (SNT) para la cepa de campo de PRRS subtipo 1, para confirmar la seropositividad de las cerdas a virus PRRS.
2.- Vacunación de lechones MDA positivos
Con el fin de estudiar la respuesta a la vacunación, se estudiaron 34 lechones de un 1 día de vida nacidos de cerdas seropositivas a PRRSV divididos en dos grupos:
Grupo control T01: administración de 2 ml de solución salina por vía intramuscular y 2 ml por vía intranasal a 18 lechones.
Grupo experimental T02: vacunación de 16 lechones con una dosis única de 2 ml de Suvaxyn® PRRS MLV por vía intramuscular.
Antes de la vacunación, el día 0, los lechones fueron sangrados para analizar la cepa vacunal por SNT, con el objetivo de detectar anticuerpos maternales que interfieran con la vacunación.
3.- Desafío de los lechones con PRRSV
Tras la vacunación, los cerdos del grupo control fueron sangrados el día 52, para detectar por SNT anticuerpos frente a la cepa vacunal y poder determinar la bajada de MDA y establecer el día adecuado para el desafío.
Antes del desafío, se tomaron muestras de sangre de todos los cerdos para detectar por SNT anticuerpos frente a la cepa vacunal subtipo 1 adaptada a MA-104 y poder determinar la presencia de anticuerpos neutralizantes (AN) que podrían ser dirigidos a la cepa de desafío.
A los 67 días posvacunación, cuando los niveles de MDA detectados por seroneutralización (SNT) fueron negativos en el grupo control T01 (título SNT ≤ 1:2), los cerdos fueron desafiados con PRRSV Olot/91 y 10 días después fueron sacrificados y necropsiados (Tabla 1), evaluando:
Carga viral de PRRSV en suero.
Lesiones pulmonares.
Temperatura rectal.
Excreciones nasales y orales.
Signos clínicos.
Peso corporal.
Después del desafío, se tomaron hisopos nasales y orales a los 3, 6, 8 y 10 días posdesafío (días del estudio: 70, 73, 75 y 77).
4.- Análisis de datos
El análisis y resumen de datos se llevó a cabo con un sistema de manejo de datos centralizado.
Solo se analizaron los datos después del desafío (una vez los animales fueron mezclados), mientras que los datos previos al desafío fueron resumidos con estadística descriptiva
Resultados
Los resultados del estudio revelaron una mejora en las variables clínicas, virológicas e inmunológicas del grupo experimental T02, demostrando la eficacia de la vacuna PRRSV-1 atenuada en cerdos de 1 día seropositivos a PRRSV después del desafío a PRRSV-1.
La inmunidad maternal no interfirió en el desarrollo de una respuesta inmune protectora frente a una exposición al PRRSV-1, después de la vacunación de cerdos de 1 día de vida, aunque se deben confirmar estos resultados en condiciones de campo.
Serología
Todas las cerdas fueron seropositivas a PRRS al parto, con un rango de 0,887 a 2,204 en el ratio ELISA S/P, y un rango de títulos de AN de <1,2 a 1,8.
Antes de la vacunación
Anticuerpos maternales: todos los cerdos tuvieron MDA específicos de PRRS antes de la vacunación por la técnica ELISA antes de la vacunación.
Anticuerpos neutralizantes: antes de la vacunación, una vez los lechones habían tomado el calostro, se midieron los títulos de anticuerpos neutralizantes (AN).
Tras la vacunación
Anticuerpos neutralizantes: los sueros de los lechones control recogidos el día 52 se usaron para determinar si los MDA habían descendido suficientemente para hacer el desafío.
Anticuerpos neutralizantes: justo antes del desafío, los títulos de AN fueron negativos (<1,2) en todos los cerdos del grupo control y variaban de <1,2 a 1,45 en los cerdos vacunados.
Los niveles de anticuerpos frente a PRRS detectados en el grupo vacunado antes del desafío (67 días posvacunación) fueron significativamente mayores (p<0,0001) que los niveles del grupo control.
Tras el desafío
Día 67:
Todos los cerdos vacunados (T02) fueron seropositivos a PRRS por ELISA.
En el grupo control (T01), 7/18 cerdos (39 %) también tuvieron niveles detectables de anticuerpos frente a PRRS antes del desafío.
Día 77: 10 días después del desafío, todos los cerdos fueron seropositivos a PRRS.
Viremia
Día 0: antes de la vacunación, todos los cerdos fueron negativos al virus PRRS por RT-qPCR en suero.
Día 67: todos los cerdos de T01 permanecieron negativos hasta el desafío, mientras que el 50 % de los lechones del grupo T02 (8/16 lechones) fueron positivos al virus PRRS en el desafío.
Día 70-77:
Después del desafío, el 100% de los cerdos del grupo T01 fueron virémicos y permanecieron positivos hasta el final del estudio a los 10 días posdesafío.
En el grupo vacunado T02, todos se detectaron como positivos al menos una vez. Sin embargo, al final del estudio, solo el 68,8 % de los cerdos del grupo T02 (11/16 lechones) seguían siendo virémicos (Tabla 1).
Los cerdos del grupo T02 tuvieron una cantidad significativamente menor de virus en suero que los cerdos de T01 en todos los muestreos posdesafío (Tabla 1 y Gráfica 1).
Excreción nasal y oral
Después del desafío, el porcentaje de cerdos que alguna vez excretaron virus PRRS por vía nasal en el grupo T01 fue significativamente mayor comparado con T02 (100% vs. 75%) (Tabla 1).
Día 70: 3 días después del desafío, la cantidad de virus excretado por vía nasal y oral fue significativamente menor en el grupo T02 comparado con el grupo T01 (Gráficas 2 y 3).
Día 73: a los 6 días posdesafío, la cantidad de virus excretado por vía nasal fue significativamente menor en el grupo T02 comparado con el grupo T01 (Tabla 1).
Lesiones pulmonares macroscópicas
En la necropsia, 13/18 cerdos (72%) del grupo T01 tuvieron una valoración pulmonar visual positiva, indicando que el desafío de PRRS fue capaz de provocar lesiones pulmonares.
En el grupo T02, 7/16 cerdos (44%) también se puntuaron positivos (Gráfica 4).
Comparando entre los grupos de tratamiento, no se vieron diferencias significativas (p=0,092) en el porcentaje de lesiones (4,3 % en el grupo control vs. 1,3 % en el grupo vacunado).
En este estudio, el efecto protector de la vacunación se observó al comparar los niveles de virus en suero entre los grupos vacunado y control.
La protección adquirida tras la vacunación se asocia a una reducción significativa en el porcentaje de lechones excretores de virus por vía nasal, con diferencias significativas en la cantidad de virus detectada en las secreciones nasal y oral en el grupo vacunado comparado con el grupo control.
El virus de desafío fue capaz de provocar fiebre en el 61% de los cerdos del grupo control, lo que implica que la vacunación tuvo un impacto positivo sobre las temperaturas rectales.
En la necropsia, 13/18 cerdos (72 %) del grupo control desarrollaron lesiones pulmonares compatibles con infección de PRRS. En cambio, solo 7/16 (44 %) de los cerdos vacunados desarrollaron lesiones. Las diferencias fueron cercanas a la significancia (p = 0,092), indicando que pueden ser biológicamente relevantes.
Los datos clínicos, virológicos y patológicos demuestran claramente que los animales vacunados son capaces de responder a la infección de PRRS mejor que los animales no vacunados sin que se hayan apreciado diferencias en el peso corporal (por la corta duración de la prueba).
La vacunación temprana frente a PRRS, una vez demostrada la ausencia de interferencia con la inmunidad adquirida pasivamente, es una herramienta útil para controlar la enfermedad causada por el virus del PRRS en animales jóvenes.
Las referencias están en poder de los autores para consulta