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12 Abr 2021
Cambios endocrinos al final de la gestación en cerdas
Muchas hormonas están implicadas en la fisiología de la reproducción. Cuando hablamos de cambios endocrinológicos al final de la gestación de la cerda, debemos mencionar en primer lugar a la progesterona es fundamental para que la gestación.
Cuando hablamos de cambios endocrinos al final de la gestación de la cerda, debemos mencionar en primer lugar a la progesterona es fundamental para que la gestación de la cerda llegue su término, generalmente a los 114 días.
En el caso de la cerda es el cuerpo lúteo de gestación quien cumple la función de secreción de esta hormona.
Para lograr este objetivo, la progesterona interviene entre otras cosas en:
Evitar la secreción de GnRH y, por tanto, de FSH y LH.
Favorecer la quiescencia del miometrio.
Inhibir la biosíntesis de prostaglandinas.
La retroalimentación negativa que ejerce la progesterona sobre la secreción de GnRH por parte del hipotálamo, provoca la interrupción en el crecimiento de nuevos folículos. De esta forma se detienen los ciclos estrales y se garantiza la continuación de la gestación.
La alta concentración de progesterona, por otra parte, ejerce control hormonal negativo sobre la expresión de receptores de la oxitocina. Aunque estudios demuestran que la progesterona también tiene capacidad de inducir cambios de carácter inhibitorio sobre la actividad eléctrica. Por esto hay baja transmisión de impulsos en las uniones GAP de las células musculares lisas del miometrio. Pero además porque incrementan la concentración de calcio intracelular. Esto es importante porque la quietud del útero y el cierre del cuello uterino permite que la gestación pueda llegar a término.
Además, la progesterona también ejerce un efecto inmunomodulador al impedir la síntesis de la prostaglandina F2 alfa (PGF2 α). Esto lo hace mediante la inhibición de la síntesis y liberación de la fosfolipasa A2. Esta enzima cataliza la liberación del ácido araquidónico de los fosfolípidos de membrana que posteriormente se convierte en prostaglandinas mediante la acción de la enzima ciclo oxigenasa 2 (COX-2).
Luego, hacia el final de la gestación, la concentración de la progesterona comienza a disminuir lentamente. Aunque, diversos estudios demuestran que el catabolismo fisiológico durante el proceso de parto, puede influir en un incremento de los valores de esta hormona en el plasma sanguíneo.
Esto coincide con un incremento en la concentración plasmática de las prostaglandinas en las últimas 12 horas pre-parto. Su función es provocar la luteólisis y, por tanto, promover la caída de los niveles de progesterona para favorecer el desencadenamiento del parto. Se relaciona también con la expresión de mayor número de receptores para oxitocina.
La hormona relaxina, por otra parte, se va incrementando de forma lenta y gradual los últimos 9 días de la gestación. Luego el incremento es más rápido, en las últimas 72 horas pre-parto. Su mecanismo de acción es ser un inhibidor secundario de la actividad del miometrio promoviendo la relajación del cérvix justo en el intervalo en el que caen los niveles de progesterona antes del parto.
En cuanto a la oxitocina, esta es responsable de provocar las contracturas a nivel del miometrio al final de la gestación. Sus receptores están presentes durante toda la gestación y se mantienen regulados por los esteroides gonadales.
Sin embargo, el incremento de estos receptores cerca del parto se cree que es la principal causa para que la hormona pueda ejercer su mecanismo de acción. Además, la oxitocina también actúa promoviendo el estrés fetal mediante la disminución temporal del flujo sanguíneo y en la hipoxia fetal.
Finalmente los estrógenos también sufren un incremento significativo en el plasma materno hacia el final de la gestación. Específicamente en la última semana. Se sabe que la fuente de los estrógenos son la unidad fetoplacentaria. Actúan, entre otras cosas, en el favorecimiento de la síntesis de uterotónicos que incluyen las prostaglandinas y la oxitocina.
En general, los estrógenos participan en el incremento de la capacidad contráctil del útero. Esto lo logran mediante la intensificación de la síntesis de enzimas y proteínas de naturaleza contráctil, así como de la movilización de iones de calcio y de la energía necesaria para el fenómeno de contractibilidad.