Según un estudio publicado en Porcine Health Management por Zhou et al. (2024), los veterinarios porcinos de España, Países Bajos e Irlanda coinciden en que la tecnología y el análisis avanzado de datos podrían transformar la gestión sanitaria y el bienestar animal en las granjas porcinas. Sin embargo, también señalan que la adopción real de estas soluciones sigue siendo limitada y desigual, debido a problemas de calidad de datos, falta de integración, escasa usabilidad y ausencia de estandarización entre los distintos actores del sector.
El estudio, titulado “How do pig veterinarians view technology-assisted data utilisation for pig health and welfare management? A qualitative study in Spain, the Netherlands and Ireland” (Zhou X. et al., 2024), se basa en un análisis cualitativo de grupos focales con 32 veterinarios de los tres países, representando tanto a integradoras como a consultores independientes y técnicos de campo. Las discusiones, realizadas entre junio y noviembre de 2022, permitieron explorar el estado actual del uso de datos en granja, las expectativas de los veterinarios y las barreras que dificultan su utilización.
Abundancia de datos, pero poca información útil
Los veterinarios participantes describen un escenario en el que “los datos existen, pero son difíciles de aprovechar”. Aunque muchas granjas registran parámetros productivos, ambientales y sanitarios, la información suele estar fragmentada, dispersa o sin estandarizar, lo que dificulta su análisis sistemático. En la mayoría de casos, los profesionales siguen recurriendo a herramientas básicas como Excel o registros manuales, mientras que las plataformas avanzadas de análisis de datos todavía no están extendidas en el sector.
La falta de integración entre fuentes clave —granja, laboratorio y matadero— es uno de los problemas más señalados. Los veterinarios subrayan que la gestión clínica diaria se beneficiaría enormemente de contar con datos longitudinales completos y estructurados, tanto para monitorizar tendencias como para detectar desviaciones de manera temprana.
Tecnología prometedora, pero poco adaptada al usuario real
Aunque los profesionales reconocen el valor potencial de herramientas como sensores, monitorización ambiental, software de gestión o sistemas de alerta, también destacan que muchas de estas soluciones no están diseñadas pensando en su uso cotidiano. Se mencionan barreras como:
- Interfaces poco intuitivas o que requieren demasiado tiempo,
- Falta de compatibilidad entre sistemas,
- Exceso de complejidad para el personal de granja,
- Escasa formación previa para interpretar correctamente los datos.
En este sentido, los veterinarios insisten en que la tecnología solo será útil si simplifica el trabajo, no si lo complica.
Necesidad de estandarización y colaboración
Uno de los mensajes más repetidos es la urgencia de establecer estándares comunes de registro, especialmente en parámetros sanitarios, diagnósticos de laboratorio y datos de matadero. La falta de homogeneidad impide comparar granjas, lotes o sistemas productivos, limitando la capacidad de generar información robusta para la toma de decisiones.
Además, el estudio revela que la adopción de herramientas tecnológicas dependerá en gran medida de la colaboración entre productores, veterinarios, laboratorios y empresas, así como de la confianza en el uso y compartición de datos. Sin esta base, incluso las tecnologías más avanzadas tendrán poco impacto.
El papel insustituible de la experiencia humana
Aunque el estudio reconoce el valor creciente de la digitalización, los veterinarios son unánimes en subrayar que la tecnología no podrá sustituir la experiencia, la observación diaria y el criterio profesional. Para ellos, la clave está en combinar datos de calidad con conocimiento práctico para mejorar la prevención, la detección precoz de problemas y la eficiencia del manejo.
Conclusión
El estudio de Zhou et al. (2024) concluye que la digitalización en el sector porcino tiene un enorme potencial para mejorar la salud y el bienestar animal. Sin embargo, para que esta transformación sea real, será imprescindible invertir en datos estandarizados, herramientas intuitivas y procesos colaborativos que integren a todos los actores del sistema productivo.

