Nutrición y Alimentación
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Durante la década de los 90´s la industria porcina se abocó a incrementar la productividad de la cerda a través de la implementación del destete temprano (<21 días).
Sin embargo, la manipulación de la lactancia también preveía incremento en la intensidad reproductiva de la cerda; teóricamente se podría lograr 2.7 partos/hembra/año (Harris, 2001).
Aspecto que entusiasmó a los productores e invirtieron en la reingeniería de sus sistemas para establecer el destete temprano.
Implementado el destete temprano, los especialistas y productores detectaron que solo un objetivo se cumplía con esta nueva metodología: control de enfermedades.
Las evidencias, durante el auge del destete temprano, indicaban que el destete a 21 días era el tiempo óptimo para la mayor expresión productiva de la cerda:
Sin embargo, muy pocos investigadores analizaron, durante ese tiempo, las adaptaciones digestivas y metabólicas que sufre la cerda durante el periodo de transición gestación- lactancia y su relación con el consumo de alimento y este a su vez, con la eficiencia reproductiva postdestete.