En producción porcina, las primeras edades son críticas para determinar la productividad económica de las granjas. Bajo el marco legislativo actual, el uso de productos fitobióticos y nutraceúticos se muestra como una alternativa eficaz y rentable que permite la reducción del uso de antimicrobianos en granja.
Para maximizar la productividad numérica del destete, y por lo tanto de la granja, consideramos fundamental:
Un correcto manejo de los lechones en el momento del parto y en los días posteriores.
El empleo de productos con actividad bactericida y/o bacteriostática.
Favorecer la mejora de la capacidad de defensa del lechón ante situaciones adversas tales como enfermedades, desajustes ambientales, estrés del destete, etc.
Minimizar el riesgo de las infecciones, características de estas fases iniciales (fundamentalmente la aparición de diarreas y estreptococias).
Manejo del lechón en el momento del parto y los días posteriores
El incremento de la prolificidad en las granjas ha ido ligado, en la mayor parte de los casos, a una menor homogeneidad de pesos al nacimiento, apareciendo un porcentaje de lechones de bajo peso mayor del deseado (niveles de hasta un 13% de lechones con pesos inferiores a 850 gramos al nacimiento) (Quiles A. & Hevia M.L., 2018).
Este bajo peso al nacimiento se ha asociado a un incremento de la mortalidad post parto, un menor peso al destete, y un empeoramiento de los índices de conversión posteriores, redundando significativamente en los días necesarios de estancia en cebadero para alcanzar el peso deseado al sacrificio.
La manera de contrarrestar este menor peso al nacimiento, es optimizar al máximo el manejo de los lechones en las primeras horas de vida.
Este manejo debe ir dirigido sin duda a:
Proporcionar el mejor ambiente posible al lechón.
Favorecer la toma de calostro – la deficiente toma de calostro es responsable del 72% de las bajas de los lechones nacidos vivos (Toledo M. & Crespo S., 2016).
Mejorar al máximo la vitalidad de los lechones.
La escasa capacidad de termorregulación de los lechones en sus primeras horas de vida, y en especial de aquellos nacidos con menor peso, incrementa enormemente la posibilidad de muerte durante el periparto (por aplastamiento, inanición, frío, etc.)
VITALIDAD
Entendemos por vitalidad de los lechones la capacidad de llegar a la ubre y mamar en un ambiente competitivo. La vitalidad es uno de los factores principales que influye en el tamaño de la camada y en los cerdos destetados por cerda y año.
TOMA DE CALOSTRO
Asegurar la correcta toma de calostro por parte de los lechones es clave en este manejo del parto. Un modo de mejorar la vitalidad del lechón es suministrarle, en forma de suplemento, una fuente de energía de fácil asimilación en estas primeras horas de vida.
Bajo estas perspectivas, el nutraceútico PIG SAVER, mediante aplicación oral, aporta al lechón los elementos necesarios para combatir los factores estresantes a los cuales se enfrenta en sus primeros días de vida: estrés energético, férrico y falta de vitalidad al nacimiento.
PIG SAVER incorpora una combinación de aceites con alto contenido en ácidos grasos poliinsaturados Omega-3 (EPA y DHA), vitaminas y provitaminas, hierro quelado y potenciadores de la absorción de hierro a nivel intestinal. El aporte energético consigue una mejora de las funciones vitales en las primeras horas de vida del lechón, estimulando los centros nerviosos, el sistema visual y con ello la toma de calostro.
Está demostrada la incidencia de la suplementación con DHA en el incremento de la ganancia de peso de los lechones en la primera semana de vida (Edwards et al, 2004). Igualmente está documentado cómo la suplementación de lechones con EPA y HDA tiene un efecto inmunomodulador que ayuda al animal a afrontar con mayores garantías posibles infecciones futuras (Quiles A., 2016).
Está demostrada cómo la aplicación de este nutraceútico sobre el conjunto de la camada logra mejorar los pesos al destete y reducir la mortalidad de los lechones nacidos con bajo peso al nacimiento hasta límites mínimos.
Pruebas realizadas en granjas comerciales ponen de manifiesto cómo los grupos de lechones tratados con PIG SAVER arrojan una mejora en el momento del destete de hasta 540 gramos más de peso al destete sobre camadas no tratadas, y reducen la mortalidad a niveles mínimos.
Actividad bactericida de los fitobióticos
Los fitobióticos, solos o bien en aplicación conjunta y sinérgica con otros principios activos tales como ácidos grasos y ácidos orgánicos, entre otros, han demostrado ser la mejor alternativa al uso de antimicrobianos convencionales dentro de un programa de medicina preventiva.
Su eficacia bactericida está documentada frente a los principales patógenos que afectan a los lechones en las primeras edades, como son E. coli, Streptococcus suis y Clostridium spp. (Vidanarachchi et al., 2005; Gheisar M. M. & Kim I. H., 2018). Igualmente, su eficacia tanto in vivo como in vitro ha sido demostrada en procesos importantes que afectan al cebo de los cerdos y especialmente en los casos de disentería (Brachyspira hyodysenteriae) e ileítis (Lawsonia intracellularis) (Rada O. et al., 2016; Omonijo F.A et al., 2018).
Mejora de la capacidad de defensa del lechón y de su estado inmunitario
El marco normativo actual, de reducción del uso de antibióticos, obliga a realizar una revisión de las posibilidades de mejora del sistema inmunitario de los lechones. Por un lado, esta revisión supondrá un replanteamiento global de los programas vacunales actuales, sobre todo de las madres, pero también a la mejora de las barreras de defensa inmunitarias del lechón, incluida la inmunidad de mucosas.
En este sentido, mantener una correcta integridad intestinal es clave para conseguir una mejor inmunidad en los lechones.
Los lechones, nacen con un sistema inmune celular y humoral muy inmaduro por lo que la capacidad de defensa depende en gran medida del suministro de factores inmunológicos inespecíficos mediante el calostro y leche materna.
El sistema inmune de mucosas se va desarrollando en el lechón y adquiere la inmunocompetencia aproximadamente a las 7 semanas de vida (Pluske J., 2015). En la situación actual de restricción del uso de antibióticos en la granja es de gran interés intentar optimizar y adelantar la inmunocompetencia del lechón.
HYGEN PRO STREPT L es un producto que incluye en su composición una combinación de ácidos grasos y monoglicéridos (ácido laurico y monolaurina, entre otros), extractos de plantas y aceites esenciales destinados a la mejora de la integridad intestinal, optimización del microbioma y de la fisiología del sistema inmune. Además, está demostrado cómo HYGEN PRO STREPT L (Tablas 1 y 2) tiene un marcado efecto bactericida sobre todo frente a bacterias Gram +. La monolaurina, además de una alta eficacia bacteriostática, se ha demostrado incide positivamente en la mejora del sistema inmune (Lieberman S. et al., 2006; Silva V. et al., 2018).
Minimizar el riesgo de las infecciones. Reducción de la presión de infección en las granjas.
El desarrollo y diferenciación del tracto gastrointestinal del lechón recién nacido depende en gran medida de la interacción entre los componentes de la dieta y el microbioma intestinal que se establece desde el momento del parto.
La búsqueda de ingredientes naturales encaminados a mejorar la integridad intestinal, la digestibilidad de las dietas, y el lograr una actividad bacteriostática y/o bactericida sobre patógenos intestinales, es una demanda importante del sector.
El uso de fitogénicos tiene un efecto positivo sobre el desarrollo de la flora saprofita a nivel intestinal (Clavijo V. & Vives M., 2017).
El empleo de fitobióticos, tanto en la cerda lactante como en lechones, se ha demostrado reduce la presión infectiva en las granjas minimizando el riesgo de infecciones en los lechones.
La utilización de fitobióticos, aplicados bien a través del agua de bebida o bien vía alimento, permite modular el microbioma intestinal de los animales, favoreciendo el desarrollo de las poblaciones bacterianas beneficiosas y disminuyendo el grado de colonización por parte de microorganismos patógenos, reduciendo, por tanto, la incidencia de enfermedad.
CONCLUSIONES
El empleo de productos naturales es una herramienta útil para la industria en la estrategia de tratar de optimizar el uso de antibióticos para emplearlos únicamente con finalidad terapéutica.
Entre los mecanismos de acción de las sustancias naturales, fundamentalmente fitobióticas, se han remarcado su actividad bactericida o bacteriostática y su efecto modulador sobre el sistema inmune.
En este artículo hemos querido incidir en otras propiedades que podemos conseguir con el empleo de productos naturales como:
La mejora de la capacidad de defensa de los animales mejorando su vitalidad en edades próximas al parto
La mejora del estado inmunológico que estos principios pueden promover
La mejora de la salud intestinal
Estos mecanismos de acción indirecta los consideramos claves dentro de un programa de medicina preventiva en las granjas.