En el propio costo de producción de cerdos hay insumos con alícuota al 10.5% como los cereales, algunos como el personal que no tienen IVA y el resto la alícuota es del 21%.
El impuesto al Valor Agregado (IVA) es una carga fiscal sobre el consumo, que el Estado Argentino cobra de forma indirecta a través del vendedor en el momento de toda transacción comercial (transferencia de bienes o prestación de servicios). En Argentina fue creado a partir de 1973 y tuvo infinidad de variaciones hasta la fecha. […]
El impuesto al Valor Agregado (IVA) es una carga fiscal sobre el consumo, que el Estado Argentino cobra de forma indirecta a través del vendedor en el momento de toda transacción comercial (transferencia de bienes o prestación de servicios). En Argentina fue creado a partir de 1973 y tuvo infinidad de variaciones hasta la fecha. La producción porcina en su totalidad tuvo hasta fines de 2017 una alícuota del 21%. En la reforma tributaria realizada a fines de ese año se decidió bajar la alícuota al 10.5% para la producción primaria y la carne de cerdo, quedando exceptuados los chacinados.
En el propio costo de producción de cerdos hay insumos con alícuota al 10.5% como los cereales, algunos como el personal que no tienen IVA y el resto la alícuota es del 21%.
Dependiendo de la variación especialmente del maíz y la soja en la participación del costo total, la alícuota definitiva puede variar del 11.9% al 12.9%, pero siendo superior al 10.5% de la venta. Con momentos de resultados positivos del negocio, las diferencias se compensan y dan saldos positivos de IVA, pero demasiado pequeños. En momentos del negocio ajustado o a pérdida, los saldos pasan a ser negativos, generando cifras importantes para los criaderos
que nunca son recuperables.
Cuando se inició la nueva reglamentación en febrero de 2018 y comparándolo con lo que sucedía un mes antes los resultados del Saldo Técnico del IVA fueron los siguientes:
Cuando analizamos que pasó en los tres últimos años (este año hasta octubre) el promedio
de cada uno nos da lo siguiente:
En octubre el valor dio $ 0,91 siendo el más alto del año hasta ahora. Los altos valores del maíz y la soja mejoran el resultado al tener el IVA al 10.5%, pero lamentablemente para producir cerdos se necesitan otros insumos que tienen IVA al 21%.
La participación de las inversiones de la producción primaria en toda la cadena de valor, es la más alta, en una relación de 5:1 con la inversión industrial. También comparada con las otras producciones pecuarias para producir la misma cantidad de kilos, es 5 veces más alta que las inversiones en avicultura y 8 veces más alta que en feedlot.
Para poner un ejemplo práctico de la participación del IVA en las inversiones, comparto un trabajo realizado por la Asociación Argentina Productores de Porcinos calculando una inversión por madre de U$D 6.000.-
Sobre dichos valores el impuesto abonado total es de U$D1.166.- que representa el 19.43% de los U$D 6.000 de inversión neta. Ese valor de IVA es el que se debería recuperar, en un sistema lógico, con el resultado positivo del IVA compra/ventas.
En el cuadro siguiente vemos el tiempo en años que debería pasar para concretar la recuperación de dicho IVA, considerando una productividad de 3.200 kilos por madre y por año y que no habrá devaluación del peso contra el dólar, teniendo en cuenta que la inversión es dolarizada.
La recuperación del IVA, en el 2018 nunca se hubiera logrado. En el 2019 ni la familia Buendía y toda su descendencia de 100 años de Soledad, lo hubiera recuperado.
En lo que va del 2020 apenas 68 años y la mejor de las opciones es el resultado de octubre que se termina de recuperar en apenas 33 años.
Argentina se ha caracterizado en los últimos 20 años en un crecimiento muy grande que varias veces lo hemos comentado y lo podemos mostrar en distintas variables. La primera es el crecimiento en toneladas producidas. Observamos en el siguiente Gráfico Nº 1 un crecimiento de 5.7 veces
Gráfico Nº 1 – Producción en Toneladas equivalente media res 2002/2020
Otra forma de mostrar el crecimiento es en la cantidad de madres en producción en el mismo período. En este caso vemos un crecimiento de 2.1 veces, inferior al crecimiento en toneladas.
Una de las razones es la eficiencia de cada madre, mejorada (pasamos de 9.75 capones madre año en el 2002 a 22.17 en el 2020) pero con posibilidades de mejorar aún más. Lo sorprendente es la baja en la cantidad de madres en los dos últimos años. Vemos los datos en el Gráfico Nº 2
Gráfico Nº 2 – Evolución de la cantidad de cerdas en producción 2002/2020
Los últimos tres años han bajado las inversiones a la mínima expresión posible, generando el crecimiento en producción por eficiencia. La razón principal es el desaliento que genera el impuesto del IVA inversiones, totalmente irrecuperable.
Hasta el 2015 inclusive, la tasa de crecimiento promedio en producción de toneladas fue del 12% con años del 24%. Con respecto al crecimiento en cantidad de madres fue en el mismo periodo del 8% promedio, con años del 18%.
Si trasladamos este último porcentaje a la cantidad de madres actuales nos da una posibilidad de crecimiento teórica de casi 69.000 madres en un año.
En distintos relevamientos personales que realicé con las distintas empresas de genética el techo llegaría a las 50.000 madres (Es importante mencionar que, si se dieran condiciones reales de crecimiento, este número podría ser mucho mayor, ya que las propias empresas de genética también están
ralentizadas).
A continuación, haremos una propuesta de crecimiento de 50.000 madres y la posibilidad de recuperar el IVA inversiones en el término de 5/6 años (Situación que era normal, antes de la anormalidad de la reforma tributaria del 2017).
Uno de los problemas históricos de Argentina es la difícil situación de recaudación y que, al poner un nuevo impuesto, nunca se saca. En el planteo que proponemos esta inversión NO SE ESTÁ HACIENDO, razón por la cual en nada se ven afectada la caja estatal recaudatoria.
Pero al hacerse, se estarían invirtiendo de forma directa U$D 300 millones (una cifra interesante en un momento de NO inversión), además de las inversiones que se deberá hacer en el resto de la cadena de faena y desposte (unos U$D 60 millones más). Generará 1.000 puestos de trabajo en la zona rural y otros tantos en centros urbanos para la industria.
Facturará más de U$D 271 millones anuales a partir del 2º año y generará un IVA ventas de U$D 28,5 millones. De este impuesto (que hoy no se cobra) el 41% sería recuperado por los inversores de las granjas del IVA inversiones durante 5 años.
El crecimiento ofrecería 2 kilos más per cápita a los argentinos y se generarían 40.000 toneladas de exportación, duplicando lo del presente año. Es una propuesta en la que todos ganan, pero fundamentalmente, gana el país.
Durante más de 10 años, desde mi posición de Presidente de la Asociación Argentina Productores de Porcinos, me opuse al cambio de la alícuota y una vez que se realizó, enfaticé que estaban condicionando el crecimiento. Lamentablemente esto sucedió y hasta los autores políticos del cambio que se realizó, entendieron que en el IVA inversiones, se habían equivocado.
Se presenta una oportunidad única en Argentina para el crecimiento por las situaciones mundiales que sucedieron. Con las condiciones actuales, ni los productores o inversores locales, ni los posibles inversores extranjeros, avanzarán. Es una decisión exclusivamente política, pero como planteamos en este artículo totalmente posible, generando más recursos a la recaudación y recuperando el IVA inversiones.
Fuentes consultadas
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