Con una década de cerda hiperprolífica en el sector, es curioso que sigamos gastando tinta en innumerables artículos sobre el manejo de este tipo de cerda como si fuera una novedad.
Parece lógico hacerlo con virus mutantes, pero ¿con un sistema productivo tan instaurado? Tanto dar vueltas sobre lo mismo seguramente se deba a una sensación de ligero desatino, fuga de arena entre los dedos…
Hay detalles que no acabamos de controlar.
Si algo nos ha proporcionado la experiencia de los últimos años son una serie de certezas en las que casi todos los técnicos nos pondríamos de acuerdo:
Está claro que, genéticamente, la cerda ha dado un salto cualitativo impresionante.
Se puede seguir investigando y mejorando, sobre todo en aspectos de rusticidad, resistencia a enfermedades y carácter maternal, pero en lo que respecta a prolificidad y fertilidad están a niveles excepcionales.
En cuanto al manejo, aún hay muchas granjas donde se puede mejorar.
La capacitación y formación del personal debe ser un pilar en nuestras empresas y se debe insistir en ello, no solo para nuevas incorporaciones, sino para todos los empleados.
Sabemos que el conocimiento y la maestría son motores de la motivación. ¡Encontramos a auténticos genios de la eficiencia productiva con una gestión espectacular de camadas, cerdas y nodrizas!
Aun así, en algunas explotaciones la producción de leche de las cerdas sigue siendo el talón de Aquiles. ¿Es todo responsabilidad de la alimentación? ¿Qué indican los últimos estudios?
FACTORES NO NUTRICIONALES ASOCIADOS A LA PRODUCCIÓN DE LECHE
La producción de leche de las cerdas ha aumentado significativamente en los últimos años. A este respecto, [registrados]existen varios factores no nutricionales, incluidas las características genéticas de las cerdas y los factores ambientales, que juegan un papel crucial en la determinación de la producción de leche.
TAMAÑO DE LA CAMADA (Nº de lechones)
Existe una fuerte relación lineal positiva entre la producción de leche y el tamaño de la camada.
A pesar de que la ingesta de leche por parte de los lechones disminuye individualmente a medida que aumenta el tamaño de la camada, el hecho de incrementar el número de glándulas funcionales con el aumento del tamaño de la camada compensa con creces cualquier disminución en la producción de leche de las glándulas individuales.
Los lechones beben leche, aproximadamente, 30 veces/día y, dentro de los 35 minutos posteriores a cada bajada de leche, la ubre es...