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Manejo del calostro en cerdas hiperprolíficas en sistemas intensivos

La selección genética a favor de un mayor tamaño de camada en porcino ha dado lugar a líneas hiperprolíficas capaces de parir 14–18 lechones o más por parto.

Sin embargo, este logro conlleva desafíos en granja intensiva que pueden limitarla ingesta de calostro:

Partos más prolongados

Mayor incidencia de lechones con bajo peso o CIR (crecimiento intrauterino restringido)

Incremento de mortinatos

Mayor competencia por las mamas

El calostro es el primer alimento que reciben los lechones, rico en energía, nutrientes e inmunoglobulinas.

Como los lechones nacen sin reservas energéticas ni inmunidad pasiva, dependen del calostro para adquirir defensas y mantenerse activos.

El calostro es vital durante las primeras horas de vida. Lechones con bajo peso pueden alcanzar tasas de supervivencia similares a los de mayor peso si consumen entre 200 y 250 g de calostro (Quesnel, 2011). Sin embargo, un tercio de las cerdas no produce suficiente calostro (Nagy et al., 2020) y, en camadas grandes, algunos lechones quedan por debajo de esa ingesta mínima.

A continuación se presentan las ventanas críticas postparto, protocolos prácticos basados en fuentes científicas y experiencias en campo para optimizar el calostrado, y estrategias como el split suckling, adopciones, supervisión posparto y prevención de errores frecuentes.

Ventana crítica de ingestión

La absorción de inmunoglobulinas por parte del intestino del lechón es máxima al nacer y disminuye notablemente después de 6 horas, cerrándose prácticamente a las 24 horas.

Al mismo tiempo, la producción de calostro por la cerda disminuye rápidamente después del parto (AHDB, 2023).

Así, el periodo entre el nacimiento y las primeras 6–12 horas de vida del lechón es decisivo: los animales deben iniciar la succión cuanto antes.

Si no se alcanza la ingesta mínima en ese tiempo, aumenta la mortalidad y empeoran los indicadores productivos.

Protocolos de manejo del calostro

 Preparación del entorno y atención al parto 

La sala de partos debe mantener una temperatura de:

34 °C para los lechones

20–22 °C para la cerda

Es muy recomendable usar lámparas o suelos calefactados para prevenir la hipotermia neonatal, que reduce la vitalidad del lechón y limita su capacidad para buscar un pezón.

Durante el parto, es esencial secar a cada lechón con toallas limpias y facilitar su acceso a un pezón.

En camadas grandes, los últimos en nacer pueden quedar rezagados, siendo esencial identificarlos y ayudarlos a mamar.

Split suckling

Esta técnica consiste en separar por turnos a los lechones más grandes, para permitir que los más pequeños mamen sin competencia durante 1–2 horas. Luego se alternan los grupos.

Su aplicación dentro de las primeras 12–24 horas permite que todos los lechones accedan a calostro de calidad durante la ventana de máxima absorción (PIC, 2020).

Adopciones tempranas y uso de cerdas nodrizas

Una vez asegurado que todos los lechones han tomado calostro de su madre, se pueden redistribuir entre cerdas que hayan parido en un intervalo cercano.

Es recomendable no dejar más lechones que pezones funcionales en cada cerda. En camadas muy grandes, se puede recurrir a cerdas nodrizas o a destetes anticipados planificados.

Suplementación con calostro

En casos de lechones débiles o camadas excesivas, se puede ordeñar a otras cerdas recién paridas y suministrar calostro con biberón o jeringa.

El calostro debe calentarse previamente a unos 37 °C. Aunque estos métodos requieren tiempo, pueden marcar la diferencia en la supervivencia de lechones con riesgo.

Supervisión posparto

Tras el parto, es necesario:

Comprobar que todos los lechones han mamado: se puede palpar el abdomen (debe estar lleno y caliente) o controlar la ganancia de peso en las primeras 24 h.

Observar el comportamiento: lechones que chillan constantemente o se aglutinan bajo la lámpara podrían tener frío o hambre.

Detectar signos en la cerda que indiquen agalaxia o mastitis: en esos casos, hay que actuar rápidamente con tratamiento y suplementación para los lechones.

Errores frecuentes y cómo evitarlos

 Ambientes mal acondicionados 

Una temperatura inadecuada (especialmente el frío) puede comprometer la toma de calostro.

El uso correcto de zonas calefactadas evita pérdidas por hipotermia y mejora la vitalidad neonatal.

 Ausencia de supervisión en las primeras horas 

La falta de atención durante el parto o las primeras horas posparto impide detectar lechones que no maman.

Es recomendable que el personal esté asignado específicamente a esa tarea en los momentos críticos.

 Manejo ineficaz de camadas grandes 

No realizar amamantamiento dividido o intentar dejar más lechones de los que la cerda puede alimentar suele derivar en pérdidas evitables.

Planificar las adopciones o el uso de nodrizas debe formar parte del protocolo desde antes del parto.

 Movimientos inadecuados de lechones 

Se debe evitar trasladar lechones a otras cerdas antes de que hayan tomado calostro de su madre. De lo contrario, pierden la inmunidad específica frente a patógenos del entorno.

 No evaluar la calidad del calostro 

Si se sospecha que la cerda produce calostro insuficiente o de baja calidad (por enfermedad o mala condición corporal), se puede usar un refractómetro Brix para estimar su concentración de inmunoglobulinas.

Disponer de calostro congelado u otras fuentes permite actuar rápidamente.

Conclusión

En las condiciones actuales de producción intensiva, asegurar que todos los lechones ingieren suficiente calostro es un punto crítico del manejo en maternidad.

Protocolos como la asistencia al parto, el amamantamiento dividido, las adopciones planificadas y la suplementación permiten maximizar la supervivencia en camadas numerosas.

El éxito del manejo del calostro depende de la anticipación, organización del personal y control de los detalles en las primeras 24 horas de vida.

Un buen encalostrado es la mejor inversión para lograr lechones más viables, uniformes y con mayor potencial al destete.

Te puede interesar: 

La cerda lechera – Parte I

La cerda lechera – Parte II

BIBLIOGRAFÍA

1. AHDB Pork (UK) – Colostrum management for pigs. Knowledge Library (Agriculture and Horticulture Development Board). Disponible en: https://ahdb.org.uk/knowledge-library/colostrum-management-for-pigs

2. Nagy et al. (2020) – Managing reproduction in hyperprolific sow herds. J. Anim. Sci., 98(Suppl. 1): S96–S100. https://academic.oup.com/jas/article/98/Supplement_1/S96/5739314

3. PIC Latam – Manejo del calostro para más y mejores lechones. Artículo técnico PIC (2020) por M. González. https://www.pic.com/wp-content/uploads/sites/7/2021/03/Manejo-del-calostro-para-mas-y-mejores-lechones.pdf

4. Quesnel H. (2011) – Colostrum production by sows: variability of colostrum yield and immunoglobulin G concentrations. Animal 5(10):1546–1553. https://doi.org/10.1016/j.animal.2014.07.007

5. Ferrari et al. (2014) – Effect of colostrum intake on piglet survival and performance. https://doi.org/10.1016/j.animal.2014.07.007

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