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La evaluación de micotoxinas es frecuente en las fábricas de alimentos balanceados para fuentes de cereales como maíz, trigo y cebada o productos como maní y semillas de algodón. Sin embargo, la harina de soja, la fuente de proteína más común en los alimentos balanceados para todas las especies animales, necesita más atención en este aspecto crítico de la calidad.
Varios estudios han indicado que la harina de soja parece ser menos susceptible a la contaminación por micotoxinas que la mayoría de los cereales.
No obstante, se pueden observar diferencias significativas en la contaminación con micotoxinas entre las fuentes de harina de soja.
Reportes previos han indicado que las principales micotoxinas eventualmente observadas en las harinas de soja pueden ser:
Sin embargo, varias publicaciones sugieren cierta variabilidad por región. Ese efecto debe aclararse para determinar si la contaminación se relaciona con:
Las evaluaciones globales de las muestras son necesarias ya que las harinas de soja tienen un comercio considerable en todo el mundo. Se han reportado diferencias
relevantes en la calidad de los nutrientes y el procesamiento entre los países de origen.
Los datos sobre los niveles de micotoxinas en la harina de soja que se presentan en este artículo forman parte del World Mycotoxin Survey de dsm-firmenich.
A partir de 2004, es el conjunto de datos más completo y de mayor duración sobre la aparición de micotoxinas y permite estudiar la variación en la aparición de micotoxinas en todo el mundo.
Dsm-firmenich ofrece análisis de micotoxinas a los clientes como un servicio para identificar el riesgo de micotoxinas en sus commodities de materias primas y alimentos finales.
El incremento del tamaño de la muestra a lo largo de los años brinda un conocimiento detallado sobre la incidencia de las seis principales micotoxinas en los productos agrícolas utilizados para la alimentación de los animales.
Esta información ayuda a identificar los riesgos potenciales que se plantean para la producción animal por región o en los ingredientes importados para alimentos
balanceados.
La mayoría de los resultados incluidos en el relevamiento se obtienen utilizando métodos como ELISA, HPLC o métodos de múltiples micotoxinas basados en LC-MS/MS de última generación.
Las muestras que dieron positivo a una de las principales micotoxinas, también se presentan como porcentaje de muestras contaminadas.
El promedio y la mediana de los positivos se calculan en ppb de todas las muestras analizadas positivamente.
También se describen los niveles máximos.
Rara vez se observan niveles tan altos, pero aun así ocurren y marcan la importancia de realizar pruebas para detectar la presencia de micotoxinas.
China, Estados Unidos, Brasil, Argentina e India son los principales productores de harina de soja. Los 27 países de la Unión Europea pueden producir más harina de soja juntos que la India, pero no como países individuales.
Considerando el volumen de producción de harina de soja y los datos del World Mycotoxin Survey que pueden rastrear el origen de la harina de soja, observamos los resultados de muestras de harina de soja de China, EE. UU., Brasil, Argentina e India analizadas desde Junio 2022 a junio 2023.
Los resultados de este estudio se resumen en la tabla 1 y la prevalencia de cada micotoxina por país en las figuras 1 a 5.
Los niveles de contaminación de todas las muestras de soja a nivel mundial son siempre inferiores que los reportados en los granos, confirmando lo que han indicado los artículos científicos.
Sin embargo, están presentes en este alimento y ocasionalmente pueden contribuir a la contaminación total del alimento balanceado.
Es evidente las diferencias entre los países productores de harina de soja sobre los tipos de micotoxinas y los niveles de contaminación observados.
En China (Figura 1), Argentina (Figura 4) e India (Figura 5), 86% u 82% de las muestras fueron positivas para ZEN; sin embargo, en India, el 97% de las muestras analizadas fueron positivas para OTA y el 92% positivas para T2 (Figura 5).
El mayor número de muestras evaluadas provino de Argentina y Brasil, y el menor de India.
La variabilidad en el número de muestras por país corresponde a todas las muestras recibidas de cada origen para el tamizaje de micotoxinas este año. Las micotoxinas observadas con mayor frecuencia fueron ZEN, FUM y DON.
Estas indicaron que la contaminación con mohos Fusarium es la más común en las harinas de soja en todo el mundo.
La harina de soja Estadounidense (Figura 2) tuvo el porcentaje más bajo de muestras positivas para ZEN (28%) entre los cinco países estudiados y la concentración promedio y mediana más baja (17 y 15 ppb) o el nivel máximo (38 ppb) de ZEN.
En todos los demás países, los niveles de ZEN observados fueron casi tres veces más altos (2,3 a 3,6). Los niveles más altos de ZEN (Tabla 1) se observaron en
muestras de Argentina y Brasil (1000 y 809 ppb).
Las aflatoxinas fueron la segunda micotoxina más común observada en las harinas de soja Argentinas, siendo positivas el 63% de las 1.459 muestras evaluadas (919 muestras).
Sin embargo, los niveles de contaminación rondaron las 2-3 ppb en la soja Argentina, y se observaron niveles similares en las harinas de soja China e India, con 29% y 26% de las muestras positivas para Afla.
Muy pocas muestras de Brasil (13 de 673) y Estados Unidos (2 de 43) tenían Afla (Figuras 3 y 2).
No obstante, la concentración mediana de Afla en las muestras brasileñas fue de 4 ppb. En comparación, las dos muestras de EE.UU. alcanzaron una media de
45 ppb, lo que podría considerarse valores atípicos y difíciles de volver a observar.
Ninguna muestra de harina de soja brasileña fue positiva para OTA (Figura 3), indicando una contaminación baja o nula con mohos Penicillium en estas muestras.
No se observó T2 en las muestras chinas (Figura 1), pero el 46% (26 de 56) fueron positivas para DON.
Las harinas de soja estadounidenses positivas para micotoxinas generalmente tuvieron las concentraciones promedio y mediana más bajas de DON, T2, FUM y OTA observadas en todo el mundo (Tabla 1).
Utilizando sólo los valores medios de las muestras positivas, la harina de soja de EE.UU. tenía entre 7,1 y 17,6 veces menos DON, entre 2,8 y 4,4 veces menos T2, entre 6,6 y 23,4 veces menos FUM y entre 2,0 y 18,0 veces menos OTA que otros países. Las harinas de soja de China y EE.UU. tuvieron un número similar de muestras positivas para FUM (Figuras 1 y 2) y concentraciones medianas similares (Tabla 1).
De acuerdo a la concentración mediana de estas micotoxinas y el número de muestras positivas en el relevamiento realizado, la harina de soja de Estados
Unidos es actualmente la fuente más segura para evitar la contaminación por múltiples micotoxinas.
Sin embargo, siempre es aconsejable monitorear las micotoxinas en todas las harinas soja cada año porque pueden variar las concentraciones de micotoxinas debido
a las fluctuaciones climáticas anuales.
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