Para leer más contenidos de Revista porciNews Latam Marzo 2022
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La reciente aparición de tecnologías digitales inteligentes ha ayudado a los ganaderos a monitorear con precisión las necesidades de cada animal, evitando problemas de salud,
Actualmente existe un contexto favorable para el desarrollo de la Porcicultura 5.0, ya que varios factores han exigido un monitoreo preciso del sistema de producción. Entre estos factores podemos destacar:
Es posible adoptarlo gracias a la reciente implementación de nuevas tecnologías inteligentes como:
Los datos recogidos por estas tecnologías permiten un análisis más preciso de los problemas y una toma de decisiones más rápida y eficaz.
Sin duda, nuestra generación será testigo en esta década de la mayor transformación digital de la historia de la ganadería porcina. Para ello, ya existen varias tecnologías
inteligentes y aquí mencionaremos algunas de ellas. Bienvenidos a esta nueva era, en la que tendremos una convergencia entre lo físico, lo biológico y lo digital.
En los animales, se utilizan:
En las instalaciones, se utilizan para medir la temperatura ambiental, la humedad, la concentración de CO², el amoníaco, la luminosidad, el caudal de aire, el consumo de agua, el consumo de alimento…).
Además, se utilizan para evitar la muerte de los lechones por aplastamiento en las jaulas de maternidad. Gracias a la inteligencia artificial (reconocimiento de voz, visión por ordenador y seguimiento del comportamiento), localizan el lugar en el que el lechón está siendo aplastado y alertan a la cerda para que se levante, mediante el uso de una señal vibratoria.
Toda esta información recolectada se transmite instantáneamente al ordenador, al portátil o al smartphone, y permite actuar inmediatamente para resolver el problema.
El sonido es una importante biorrespuesta que puede proporcionar información sobre el estado de los animales en función de su frecuencia. Lo recogen micrófonos inteligentes que reconocen los estados de estrés, felicidad o enfermedad. En los cerdos se utilizan para:
Los sistemas basados en video digital utilizan cámaras colocadas en las instalaciones, que registran continuamente la presencia y los movimientos de los cerdos. Las cámaras se
utilizan para:
Hoy en día ya es posible medir el peso de los cerdos con el smartphone. Un software basado en la inteligencia artificial utiliza la cámara 3D para determinar el peso de los cerdos, sin contacto con el animal (pesaje basado en el análisis de imágenes).
Además, las cámaras permiten el “reconocimiento facial” de los cerdos. Al localizar al animal, reconocen su identidad y transmiten inmediatamente a tu smartphone los datos de raza, fecha de nacimiento, peso, sexo, composición genética, número de nacimientos y cualquier otra información que añadas al programa.
Las cámaras, a través de una tecnología llamada Termografía, también pueden medir las variaciones de la temperatura corporal, que pueden estar asociadas a patologías, reacciones a vacunas o cambios fisiológicos (calor).
Esto facilita la identificación de un animal enfermo o de una cerda en celo. También miden la temperatura del ambiente, lo que ayuda a evitar condiciones de estrés térmico o falta de calor en la maternidad. Toda esta información se envía inmediatamente a su ordenador o smartphone.
Los drones ya se utilizan para entregar semen y otros productos a las granjas. En comparación con los sistemas de entrega tradicionales, contribuyen a reducir las emisiones de carbono y a disminuir el tiempo de entrega. Los drones también se utilizan para contar y localizar animales en explotaciones extensivas y para vigilar el estado de los pastos y las tierras.
Ya se utilizan para tareas como:
Ayudan a reducir las tareas rutinarias físicamente pesadas y a mejorar las condiciones de trabajo. Al sustituir parcialmente a los humanos, ayudan a reducir la escasez de mano de obra en las explotaciones.
Hoy en día ya es posible ver lo que ocurre en una granja, sin estar presente en la misma. Tanto el agricultor como el técnico que asiste a la explotación, pueden tener la visión del lugar y el acceso a la información por medio de la monitorización a distancia.
Esto es posible gracias a la tecnología de las gafas inteligentes, en las que un empleado transmite la imagen que está viendo con sus gafas, a las gafas del ganadero (o del técnico).
Esta tecnología reducirá la necesidad de visitas presenciales a las explotaciones, y es esencial para los protocolos de bioseguridad.
El uso de estas tecnologías digitales tiene un gran potencial para apoyar los procesos de decisión con información precisa, hacer más eficientes los procesos de producción, contribuir a la mejora de la calidad de los productos, crear oportunidades de empleo tecnificado en el medio rural, mantener a las nuevas generaciones en el campo y garantizar la
trazabilidad de nuestros productos.
El uso de las tecnologías digitales es un camino sin retorno en el mundo rural. Contribuirán no sólo a aumentar la productividad, sino también a una cría de cerdos más eficiente y sostenible.
No cabe duda de que hay retos que afrontar. La investigación realizada por EMBRAPA en 2020, mostró que las principales barreras para la adopción de estas tecnologías son:
A pesar de estos problemas, el 84% de los productores entrevistados afirma utilizar actualmente algún tipo de tecnología (gestión, compra y venta, GPS, clima, etc.). Con el tiempo, los problemas de conexión disminuirán (con la llegada paulatina del 5G) y el valor de los equipos bajará con el aumento del uso de las tecnologías.
Por lo tanto, el gran reto de esta revolución en la porcicultura no será la tecnología, porque gran parte de ella ya está disponible. El reto será difundir los conocimientos y hacer que la gente se forme para utilizar correctamente estas tecnologías.
Por último, me gustaría decir que la evolución no pide permiso para llegar…
¡Simplemente ocurre! Comprender el futuro, y cómo adaptarse a lo nuevo, es indispensable para nuestra supervivencia.
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