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El comercio global de ingredientes para piensos susceptibles de estar contaminados con concentraciones significativas de virus porcinos es motivo de preocupación por la posible transmisión de enfermedades porcinas, ya que las partículas víricas viables pueden sobrevivir en los ingredientes de los piensos y en los piensos completos durante varias semanas o meses. Sin embargo, no existe un sistema mundial de vigilancia y monitorización de virus porcinos en los ingredientes de los piensos. Por ello, se deben desarrollar e implementar protocolos de bioseguridad basados en el Análisis de Peligros y en Controles Preventivos en función del Riesgo en las cadenas de suministro de ingredientes para piensos, con el fin de prevenir la contaminación vírica. |
EL RETO DE MONITORIZAR LA CONTAMINACIÓN VÍRICA EN LOS PIENSOS
Históricamente, la contaminación bacteriana, parasitaria, por priones y por virus de los subproductos animales y de los residuos de alimentos no cocinados o sometidos a un tratamiento térmico inadecuado se ha asociado a diversos tipos de enfermedades, lo que ha conducido al desarrollo y aplicación de estrategias eficaces de mitigación térmica y química como parte de los programas de control de calidad y seguridad de los piensos en la industria de los piensos2.
Sin embargo, la preocupación por la transmisión transfronteriza de virus porcinos a través del comercio y los viajes internacionales1 ha conducido a la realización de numerosas investigaciones para evaluar:
Los principales virus porcinos que suscitan preocupación por su posible transmisión a través de las cadenas mundiales de suministro de piensos son:
Si bien, algunos informes han aportado pruebas de la contaminación en piensos e ingredientes para piensos con algunos virus (VPPA3, VPPC4 y SVA5,6) en granjas comerciales y fábricas de piensos, otros estudios no han logrado relacionar definitivamente los piensos potencialmente contaminados con la transmisión del VPPA3, el PEDV7-10 y el VPRRS11.
Por lo tanto, hay limitadas evidencias de casos que muestren vínculos claros entre los piensos contaminados con virus porcinos y los brotes de enfermedades en las granjas.
Debido a esta gran incertidumbre, se han desarrollado modelos matemáticos para evaluar la probabilidad de transmisión del virus a través de los piensos.
Galvis et al.11 evaluaron la probabilidad relativa de transmisión del VPRRS a partir de nueve vías de transmisión y mostraron una asociación mínima entre la alimentación con subproductos animales y los brotes de VPRRS en granjas.
Schambow et al.12 desarrollaron un modelo cuantitativo de evaluación de riesgos para estimar la probabilidad de que se importaran anualmente a EE.UU. uno o más contenedores con harina de soja o maíz contaminados con VPPA.
Estimaron que la probabilidad de que se importara un contenedor de maíz contaminado con VPPA era de 1 vez cada 50 años, pero para la harina de soja la probabilidad era de 1 vez cada 21-1.563 años.
RIESGO DE TRANSMISIÓN DE VIRUS PORCINOS EN LAS MATERIAS PRIMAS
Varios estudios de inoculación en laboratorio han demostrado que la mayoría de los virus porcinos de interés pueden sobrevivir en algunos ingredientes de piensos durante varias semanas o meses6,13-18. Sin embargo, el riesgo de transmisión del virus se basa en:
Para que los piensos puedan ser una fuente de infección:
Por tanto, son muchas las condiciones de supervivencia de los virus que deben mantenerse desde el momento de la contaminación inicial de un ingrediente hasta que los cerdos consuman cantidades suficientes de virus viables para que se produzca la infección y, posteriormente, la enfermedad. No obstante, también es importante tener en cuenta que los virus pueden causar infecciones asintomáticas en los cerdos, lo que los convierte en portadores, existiendo una distinción importante entre infección y enfermedad.
PROTOCOLOS DE BIOSEGURIDAD PARA MINIMIZAR EL RIESGO DE TRANSMISIÓN DE VIRUS PORCINOS EN LOS PIENSOS
Debido al comercio global de ingredientes para piensos y al movimiento de ingredientes importados a fábricas de piensos y granjas porcinas, los programas de bioseguridad de los piensos para minimizar el riesgo de contaminación y transmisión de virus han surgido como un nuevo componente de los protocolos de seguridad y bioseguridad de piensos.
Antes del 2022, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA) no consideraba a los virus como un peligro razonablemente previsible en la alimentación animal, a diferencia de las bacterias patógenas, los hongos y los parásitos. Sin embargo, la Guía de Análisis de Peligros y Controles Preventivos Basado en Riesgos (HARPC) para la industria alimentaria de la FDA ahora incluye