El comercio internacional cada vez juega un papel más importante para las potencias económicas y una de las barreras que se ha considerado más limitante ha sido la imposición de los aranceles mutuos.
Por esa razón estamos viviendo un momento en el que se están negociando unos Acuerdos de Libre Comercio (FTA en inglés) entre potencias económicas con el objetivo de beneficiar a ambas partes.
Pero ¿beneficia a todos los sectores? Desafortunadamente, no.
Y en estos acuerdos, es donde normalmente los sectores primarios
ligados a la agricultura y ganadería tienen más que perder…
Vamos a hacer un pequeño repaso de la situación de las negociaciones de Acuerdos de Libre Comercio que se están llevando a cabo en la Unión Europea.
EEUU
El famoso TTIP que el Sr. Trump ha puesto en la nevera. Acuerdo muy muy peligroso para el sector porcino y alegra que de que por lo pronto se haya parado. ¿Se reactivará en un futuro? Seguro.
MÉXICO
Las negociaciones avanzan, aunque para la UE, México no está siendo lo suficientemente ambicioso en sus concesiones. La UE está pidiendo un mayor acceso al mercado para productos como el queso, manzanas…
Para el porcino es un mercado muy interesante por el potencial de importador,
aunque copado por el vecino del norte.
Las negociaciones están encalladas porque México ha pedido que para porcino se liberen totalmente los mercados. Bien porque México es importador, y mal porque no podemos consentir que se equiparen los sistemas de producción: raptopamina, bienestar animal…
MERCOSUR
El impacto de Mercosur es difícil de evaluar para el porcino por el escaso comercio existente en la actualidad, pero tiene un potencial productivo que no debemos menospreciar.
Mercosur reclama a al UE contingentes de importación arancelarios para los productos agrarios sensibles más altos que los que propuso en la última oferta revisada a principios de diciembre (70.000 toneladas de vacuno, 600.000 toneladas de etanol, 100.000 toneladas de azúcar destinado al refinado y 2.000 toneladas para ...