Los factores que componen el “AMBIENTE” pueden separarse, por una cuestión de conveniencia, en físicos, sociales y termales.
Es bien sabido que la producción y el rendimiento de los animales que se producen intensivamente se ven afectados por eventos multifactoriales como lo son el ambiente y la genética, solo por mencionar algunas.
El estudio de las necesidades medioambientales de los cerdos ha tomado gran importancia en los últimos años, y esto se debe al aumento del grado de tecnificación de la producción intensiva.
Entonces, en un sentido más extenso, el ambiente es aquella suma de todas las circunstancias y condiciones externas que afectarán directamente al bienestar de un animal, tanto en salud como en productividad y en eficiencia
reproductiva.
A esto se le suma otros factores como lo serían:
sin dejar atrás, evidentemente los factores climáticos como:
que de no ser manejados apropiadamente generarán un impacto negativo en la eficiencia de expresión del potencial genético de un animal.
Hablar de un buen comienzo para una óptima producción porcina es hablar de un acondicionamiento de espacio adecuado, ya que los cerdos son animales altamente susceptibles a las condiciones en que son alojados, y especialmente a la temperatura ambiente, humedad relativa y corrientes de aire.
Si estas condiciones ambientales no son las ideales, la conducta de los cerdos se verá modificada, lo cual afecta
negativamente al crecimiento, la reproducción y la producción del cerdo ya que estarán sometidos a un nivel de estrés que impedirá un buen desarrollo del hato.
En las producciones intensivas muchas de las mermas se relacionan con un deficiente control y manejo del medio ambiente, y es cuando entonces se hace necesario crear y proporcionar a los animales un microclima adecuado.
Cuando hablamos de MICROCLIMA hacemos referencia a la modificación artificial de los elementos que forman el medio ambiente, y esto se realiza para proporcionar a los animales una zona de confort adecuada a sus necesidades.
Es importante pues mantener al cerdo dentro de un rango de temperatura adecuada denominada zona termoneutral que oscilará de entre 18 a 25 grados centígrados dependiendo la etapa.
Se considera un estrés por frío, cuando se tiene en cuenta la importancia en el balance de energía de los animales.
Durante la temporada de invierno se presenta un incremento de pérdida de calor no evaporativo (radiación, conducción, convección), este estrés estará influenciado por una suma de factores cómo lo es la capacidad de reducción de un golpe de frio en las instalaciones en las que se albergan los animales, las temperaturas y su choque térmico, viento y humedad.
El efecto total del calentamiento o enfriamiento se define como TEMPERATURA EFECTIVA.
Entonces a pesar de que el termómetro pueda indicar por poner un ejemplo, una temperatura de 0°c, la temperatura efectiva puede varios grados por debajo.
por lo que las granjas han implementado ambientes controlados dónde se tiene un sistema de manejo y control
Como ejemplo, las salas de maternidades en las cuales es de vital importancia generar dos microclimas en donde tanto la cerda como los lechones puedan desarrollarse y su genética se exprese en su máximo.
Herramientas u objetos como calentadores en los cuartos, entradas de aire, ventiladores, extractores de aire, lámparas, tapetes, tapetes eléctricos, y un sistema que ayude a monitorear las temperaturas dentro de esos cuartos llevarán a un proceso donde será mucho más eficiente el manejo y proporcionarán el ambiente adecuado para que los animales se desarrollen cómodamente.
Los lechones son los más susceptibles a los cambios drásticos de temperatura, al primer choque de corriente o a la mínima variación de aire que los saque de su zona de confort, se verá reflejado en la calidad de los mismos, creando así un desequilibro en su salud como diarreas, tos y retraso en la ganancia de peso, ya que en vez de mamar se enfocarán solo en recuperar un poco de calor.
Al presentarse estas situaciones se tendrán que aplicar tratamientos en el intento de salvarlos, lo que, indirectamente afectará la producción de leche en la cerda
En cerdos, el incremento correspondiente en la tasa de pérdida de calor evaporativo, se realiza principalmente desde el tracto respiratorio, dando como resultado el jadeo.
Los verracos son más afectados por el calor que las hembras, ya que el calor daña el esperma inmaduro (afecta la espermatogénesis)
El daño por calor tarda dos semanas en manifestarse en la fertilidad (los espermatozoides en el epidídimo no son
afectados).
El proceso de recuperar o recobrar su fertilidad puede tardar de entre 50 a 60 días desde su exposición a las altas temperaturas.
De ahi pues, el desarrollo de medidas de enfriamiento y aplicación de tecnologías como lo son rociadores en los cuartos, goteros, etc. cuidando siempre en no elevar la humedad relativa.
Aunado a las pérdidas económicas, se cae en cuenta que se genera un estrés innecesario que muchas de las veces se puede evitar si presta atención a estos detalles.
Cabe mencionar que, aunque se contara con toda la mejor infraestructura posible, estas herramientas no servirían de nada sin un buen equipo de trabajo donde el capital humano este al cuidado de que todos los elementos funcionen
correctamente.
Todo evento de estrés producido en un cerdo se verá directamente reflejado en la calidad del mismo.
Por lo anteriormente expuesto y a manera de conclusión es fundamental tomar en cuenta la importancia que en la producción porcina representa contar con una adecuada infraestructura en ámbitos climáticos.
Un manejo integrado donde se incluya todos los elementos de importancia, enfatizando en el cuidado de los detalles que permitirán obtener los resultados deseados, tanto en productividad como en bienestar animal.
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