Beneficios del pastoreo con porco celta sobre el suelo y el sotobosque

Los beneficios del aprovechamiento de los terrenos mediante pastoreo con diferentes especies de ganado son conocidos desde hace mucho tiempo. Particularmente en Galicia, están resultando ser una buena solución para poner en valor las parcelas en desuso o infrautilizadas, favoreciendo la conservación de los paisajes y el desbroce de la maleza, reduciendo a su vez el riesgo de que se produzcan incendios forestales.

Las producciones procedentes de la ganadería extensiva son abanderadas de la buena calidad y del respeto por el medioambiente y el bienestar animal.

Pero, desde luego, en la época que nos ha tocado vivir se torna fundamental la concienciación y la lucha frente a los estragos que está produciendo en el planeta el cambio climático, por lo que estas prácticas ganaderas sobresalen además por su contribución a mitigar el avance de estos desastres.

Afortunadamente, existen proyectos de investigación que nos pueden ayudar a comprender de manera objetiva los beneficios de realizar las prácticas agrícolas y ganaderas de una u otra forma.

Este es el caso del proyecto piloto (FEADER 2017/038A) desarrollado por el Monte Vecinal en Mano Común de la parroquia de Carballo en el ayuntamiento de Friol (Lugo), en colaboración con la Asociación de Criadores de Raza Porcina Celta (ASOPORCEL) y con la Universidad de Santiago de Compostela, a través del Instituto de Biodiversidad Agraria y Desarrollo Rural (IBADER).

En este monte comunal se gestiona una granja de cebo de porcino de raza Porco Celta, que se explota en régimen extensivo, lo que implica el aprovechamiento a diente de la masa vegetal existente bajo el arbolado del monte, que en este caso se trata de plantación de pino maderable.