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13 Dic 2025
México: CNOG y OPORMEX piden imponer cupos a la importación de carne brasileña
CNOG y OPORMEX proponen cupos a la importación de carne brasileña ante el aumento de compras externas, respaldados por cifras oficiales de comercio internacional.
La Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) y la Organización de Porcicultores Mexicanos (OPORMEX) han planteado al Gobierno de México la necesidad de establecer cupos a la importación de carne procedente de Brasil, como una medida para proteger a la producción pecuaria nacional frente al incremento sostenido de volúmenes importados.
Ambas organizaciones han señalado que el crecimiento de las importaciones, particularmente de carne de cerdo y de res de origen brasileño, ha generado presiones sobre el mercado interno, afectando la competitividad de los productores nacionales.
Preocupación por el aumento de importación de carne
De acuerdo con información difundida por CNOG y OPORMEX, el ingreso de carne brasileña al mercado mexicano ha mostrado una tendencia creciente en los últimos años, favorecida por diferencias en costos de producción y condiciones comerciales internacionales.
Las organizaciones sostienen que este flujo de producto importado impacta directamente en los precios internos, especialmente en momentos de alta oferta nacional, lo que reduce los márgenes de rentabilidad para los productores mexicanos.
Propuesta de cupos como mecanismo regulatorio
El planteamiento de CNOG y OPORMEX no apunta a un cierre comercial, sino a la implementación de cupos de importación que permitan regular los volúmenes que ingresan al país. Según ambas entidades, este instrumento facilitaría una mayor estabilidad del mercado, al equilibrar la oferta nacional con la importada.
Desde la perspectiva del sector productivo, los cupos permitirían ajustar las importaciones a las necesidades reales del consumo interno, evitando distorsiones que puedan afectar la sostenibilidad de la ganadería y la porcicultura nacionales.
Impacto en la producción porcina y ganadera
OPORMEX ha señalado que la porcicultura mexicana ha realizado inversiones significativas en sanidad, bioseguridad, genética y eficiencia productiva, lo que ha fortalecido la capacidad de abastecimiento del mercado interno. Sin embargo, la competencia con carne importada a menor costo representa un desafío permanente para el sector.
Por su parte, la CNOG advierte que la ganadería bovina enfrenta una situación similar, con impactos en la rentabilidad de los productores y en la estabilidad de las cadenas productivas regionales.
Sanidad e inocuidad como elementos clave
Uno de los puntos destacados por las organizaciones es la importancia de que las importaciones cumplan con los mismos estándares sanitarios e inocuidad exigidos a la producción nacional. CNOG y OPORMEX subrayan que México ha avanzado de manera significativa en el control sanitario y la trazabilidad, por lo que consideran fundamental que los productos importados se rijan por criterios equivalentes.
Este enfoque busca garantizar condiciones de competencia equilibradas y preservar la confianza del consumidor en los productos cárnicos que se comercializan en el país.
Diálogo con las autoridades federales
El planteamiento de imponer cupos ha sido presentado como parte de un diálogo institucional con las autoridades federales, incluyendo dependencias responsables del comercio exterior y del sector agroalimentario. CNOG y OPORMEX han reiterado su disposición a colaborar en la construcción de esquemas regulatorios que consideren tanto la dinámica del comercio internacional como la protección de la producción nacional.
Las organizaciones señalan que el objetivo es fortalecer al sector pecuario sin contravenir los compromisos comerciales asumidos por México en el marco de acuerdos internacionales.
Perspectivas del sector
Desde la óptica de CNOG y OPORMEX, la aplicación de mecanismos de regulación como los cupos de importación permitiría avanzar hacia un mercado más ordenado y previsible. Ambas entidades consideran que esta medida contribuiría a mejorar la planeación productiva y a reducir la volatilidad de precios.
En un contexto de creciente demanda de proteína animal, las organizaciones reiteran la importancia de priorizar el desarrollo de la producción nacional, garantizando condiciones que favorezcan la inversión y la sostenibilidad de largo plazo.
