Entendemos como periparto el periodo transcurrido entre los 3 días anteriores y los 3 días posteriores al parto.
Se trata de un momento crítico para la cerda, ya que tienen lugar en ella cambios muy importantes tanto a nivel hormonal como metabólico. Gestionar adecuadamente este proceso tendrá grandes repercusiones, tanto en la supervivencia de los lechones, como en la vida productiva de la cerda.
¿QUÉ SUCEDE EN EL PERIPARTO?
Durante el periparto suceden una serie de eventos fisiológicos en la cerda que dan lugar a variaciones en las concentraciones de ciertas hormonas que interactúan entre sí para desencadenar el proceso del parto.
La presencia de cortisol fetal es necesaria para inducir la liberación de prostaglandina (PFG2α), lo que induce la regresión del cuerpo lúteo y la disminución de los niveles de progesterona.
Aumentan los niveles de relaxina para favorecer la dilatación del cérvix.
Aumentan los niveles de oxitocina, la hormona responsable de las contracciones del miometrio.
La placenta es la encargada de la producción de estrógenos y el cambio en la concentración de estrógenos y progesterona aumenta la expresión de receptores de oxitocina, aumentando así las contracciones uterinas que comienzan 4-9 horas antes de la expulsión del primer lechón (Gráfica 1).
Este proceso fisiológico que sufre la cerda puede verse alterado por diversos factores:
Los niveles altos de estrés asociados al cambio del alojamiento en grupo a una camisa de parto pueden influir en el comportamiento de la reproductora, lo que está estrechamente relacionado con las fluctuaciones en los niveles hormonales, pudiendo producir complicaciones en el parto.
De forma fisiológica, en el momento del parto, se produce estreñimiento debido a una disminución de la actividad intestinal y una mayor absorción de agua, produciendo un incremento de la duración del parto y, como consecuencia, un aumento de lechones nacidos muertos (Imagen 1).
La aplicación inadecuada de oxitocina puede inducir una vasoconstricción placentaria, provocando hipoxia fetal y un aumento de lechones nacidos muertos.
La aplicación de prostaglandinas para la sincronización de partos es un punto conflictivo, ya que no está del todo evidenciado que disminuya la cantidad o calidad del calostro producido por la cerda, pero sí podemos afirmar que los lechones nacen con menor vitalidad si no se utiliza correctamente, lo que condiciona su ingesta de calostro.
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