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Este es el segundo de una serie de artículos donde describiremos los distintos factores relacionados con las instalaciones en cebo y el manejo que afectan a la eficiencia productiva del ganado porcino. Ver Parte 1
Los suelos radiantes se instalan en la zona de sólido, donde se genera un área de confort que aprovechan los lechones para tumbarse. Esta zona no suele encontrarse sucia.
A la entrada de los animales la nave debe estar perfectamente seca, después de la limpieza y desinfección.
Las mantas térmicas, bien colocadas, permiten una reducción del volumen de aire, permitiendo la transpiración e incrementando la temperatura del ambiente de los cerdos en 5ºC.
A este sistema hay que acompañarlo de estufas para alcanzar la temperatura de acogida de los lechones, ya que el cambio a las naves de cebos suele ser un momento estresante.
El sistema consiste en pulverizar agua a alta presión sobre ventiladores que hacen que evaporen las finas gotas.
Normalmente se colocan con un sistema de termostato de arranque y parada de los ventiladores y la pulverización del agua a la vez.
Necesitamos que el agua permanezca suspendida el mayor tiempo posible, y que mediante los ventiladores se evapore antes de entrar en contacto con los animales.
Por lo tanto los pulverizadores se colocan por encima de los ventiladores. Son muy fáciles de colocar en naves de ventilación natural.
La eficiencia del sistema se consigue cuando la mayor parte de superficie mojada entra en contacto con el aire que pretende enfriar.
Se trata de un circuito cerrado de agua.
Necesita un deposito (indispensable tratar el agua, evitar el crecimiento de algas y microorganismos), el agua pasa por unos paneles de celulosa (los más utilizados).Cuanto más ancho es el panel más frío y húmedo entra el aire.
Mediante ventiladores se fuerza al aire a atravesar estos paneles húmedos.
Es importante que no se coloquen en entradas directas sobre los animales, ya que normalmente genera corrientes de aire fría, que al incidir sobre los animales, aumenta la susceptibilidad a enfermedades.
La época del año en la cual se efectúa la ceba de los animales influye seriamente en el índice de conversión -IC-
Según la época del año en la que se realiza el engorde, la temperatura ambiente varía notablemente -Gráfica 1-.
Los engordes que finalizan entre octubre y diciembre son los que menor IC tienen. En cambio los que engordes que se cierran en febrero y marzo son los que peores conversiones experimentan.
Esta alta variabilidad que observamos en el índice de conversión, puede ser modulada mediante naves de cebo bien aisladas, y con buenos sistemas de refrigeración y calefacción.
Los bebederos tipo cazoleta son los que menos pérdidas de agua tienen. Hay que colocar uno para 10 – 15 animales y el caudal debe ser de unos 3 litros por minuto.
La cazoleta debe situarse a unos 20/30 cm del suelo, para permitir que los cerdos beban con comodidad.
La temperatura del agua afecta en gran medida a su consumo:
Si la temperatura del agua sube a los 30ºC afecta en gran medida a los parámetros productivos, porque el consumo disminuye.
Cuando comparamos dos tipos de comederos (gráfica 2):
La tolva holandesa nos proporciona mejores resultados que coinciden con los de Walker 1990, el cual afirma que la mejora en el índice de conversión (IC) es por la reducción del desperdicio de pienso.
El diseño y ubicación de los comederos en cebo tienen una
gran importancia:
Es fundamental limitar el desperdicio de pienso.
Pérdidas del 5% de pienso son bastante comunes en condiciones comerciales. Incluso, si observamos detenidamente alrededor de algún tipo de tolva o la fosa, este desperdicio puede llegar al 10% y no darnos cuenta, lo que significa un importante coste económico.
Otro de los factores que resultaba controvertido, es que siempre se había dicho que con esta tolva se producía un engrasamiento excesivo de los animales y por lo tanto una pérdida del valor comercial de la canal. En las condiciones actuales, con las grandes mejoras genéticas de los animales, esto no ocurre -Gráfica 3-.
Ayunos y gestión de cargas
El ayuno es una práctica para reducir el contenido intestinal, disminuir el riesgo de laceraciones intestinales y contaminación de la canal durante la evisceración.
Consiste en evitar que el animal ingiera pienso antes de enviar a matadero para que llegue al mismo con el menor contenido intestinal posible.
Si este periodo de ayuno se incrementa demasiado, el peso de la canal puede disminuir: se observa que cuando se producen ayunos de 24 horas hay una reducción del peso de la canal de 1 kg.
En ayunos de 16 horas, este impacto negativo no fue observado. El ayuno en verano puede ser más intenso que en invierno (Kephart and Mills, 2005).
La altura de 1,20 m permite cargar el primer piso con ligera inclinación hacia abajo y el segundo con pequeña inclinación hacia arriba.
Los muelles tienen que ser cómodos para realizar una carga rápida y deben ser la barrera ultima de bioseguridad de la explotación.
