La fase de transición es un periodo extremadamente sensible para el lechón, ya que debe adaptarse a un nuevo entorno con condiciones ambientales diferentes y con la presencia de agentes patógenos que afectan seriamente a su estado sanitario. Por ello, lograr una adaptación gradual de los lechones a su nuevo entorno y monitorizar su estatus sanitario es esencial para garantizar que alcancen su máximo potencial en cebo.