Para leer más contenidos de porciNews Junio 2016
No hace muchos años, la producción porcina era una actividad casi de subsistencia. Una familia era capaz de asegurar sus necesidades de proteína engordando un sólo animal, incluso el excedente se podía utilizar como moneda de cambio para conseguir otros productos.
Con el paso del tiempo, este modelo quedó obsoleto y se convirtió en un negocio, en una empresa, a veces multinacional.
La producción se convirtió en intensiva y se exigía a los productores que fueran eficientes. Al principio los números salían, incluso produciendo como antaño. Pero aquello no duró demasiado, las granjas crecieron y se concentraron en determinadas zonas, lo que favoreció la aparición de enfermedades que dificultaban la producción.
Algunos de esos problemas todavía persisten y han aparecido algunos nuevos, como la conservación del medio ambiente, el bienestar animal y el aumento de la competencia. Pero la rueda ya está en marcha y a los veterinarios y productores se nos ha encomendado la tarea de hacer que el negocio siga siendo rentable.
Para ello es necesario que tengamos muchos cerdos y que las granjas sean más grandes, pero algunas no pueden asumir el coste económico del cambio y debemos buscar alternativas. Algunas de estas soluciones pasan por hacer más eficientes las granjas más pequeñas y para ello es necesaria una buena gestión y organización de los animales. Para hacer más eficientes las granjas pequeñas es necesario una buena gestión y organización de las mismas.
Las principales ventajas de este sistema derivan de la concentración de las principales tareas (cubriciones, partos, destete) en semanas distintas y el mejor aprovechamiento del espacio de la granja.
Como consecuencia, existe una mayor regularidad en el número de cerdas por banda
El hecho de mandar lechones al cebo cada 6 semanas, nos permitirá evitar el destete continuo y hacer un vacío de 2 semanas.
Esto nos ayudara a cortar las recirculaciones de muchas enfermedades y apreciaremos cortes sanitarios de una banda a otra. El ejemplo más evidente es el de la diarrea epidémica porcina.
Otra ventaja consiste en evitar la posibilidad de cambiar de banda los lechones retrasados, ya que la diferencia de edad es muy grande.
Con ello se evita dejar en la granja lechones con peor estatus sanitario, que son las brasas para encender el fuego de una nueva enfermedad.
Debido la concentración del trabajo en semanas distintas se puede dedicar el tiempo adecuado a cada una de las tareas (asistencia a los partos, homogenización de camadas, recela, etc.). Esto conlleva que todo el equipo de trabajo es capaz de realizar todas las tareas de la granja y que nadie sea imprescindible.
Como consecuencia se fomenta el espíritu de equipo y la sensación de tener un objetivo común.
Es imprescindible que las nuevas generaciones de granjeros, puedan compatibilizar su actividad profesional con su vida social y familiar
ASISTENCIA A LOS PARTOS
No parece lógico que un estadio productivo tan importante como la asistencia a los partos, coincida en el tiempo con el destete y el granjero deba dividir sus esfuerzos en tareas como el movimiento de cerdas y lechones, o la limpieza y desinfección de la maternidad y los corrales de transición.
El poder prever la carga de trabajo, da la posibilidad de organizar y regularizar los descansos del personal. En un sistema de manejo semanal siempre tendremos que elegir entre atender partos el fin de semana o recelar, pero siempre tendremos trabajo, lo que hace difícil tener tiempo para el descanso.
La previsión del trabajo y el repartimiento de éste en distintas semanas, permite que el granjero pueda planificar su tiempo libre, de acuerdo con las necesidades de la explotación.
PODER DESCANSAR CORRECTAMENTE, REPERCUTE DIRECTAMENTE EN LA MOTIVACIÓN Y LA ATENCIÓN QUE LOS TRABAJADORES PONEN EN SU COMETIDO
Además, la concentración del trabajo, permite dedicar tiempo al mantenimiento de la granja lo que la hace más agradable tanto para animales como para trabajadores. No olvidemos, que uno de los mayores problemas de la ganadería en España, es el relevo generacional.
Al distanciar en el tiempo las salidas de la transición, multiplicamos por 4 el número de lechones por carga, reduciendo así los viajes en camiones pequeños o a medio llenar.
Como consecuencia, se reduce el gasto en mano de obra (conductores) y combustible. Se disminuye el trasiego de camiones en la explotación, lo que repercute directamente en la bioseguridad.
Pero lo que resulta todavía más interesante, teniendo en cuenta el tamaño de la mayoría de las granjas de engorde, es la posibilidad de mantener un flujo constante y regular de salidas, lo que nos permitirá llenar los cebos con animales del mismo origen y de la misma edad.
En una granja de 500 cerdas, pasaríamos de ir a buscar 250 lechones semanales a 1000 lechones cada 4 semanas. Pudiendo así completar el camión, lo que la convierte a efectos de logística en una granja de 2000 madres
Ventajas
Si se ha cumplido con el calendario de cubriciones, los partos empezarán justo después de destetar el lote anterior y tendremos unos 12 días de diferencia entre unas camada y otras, por lo que tendremos que destetar camadas con pocos días, para poder aprovechar algunas cerda como nodrizas.
Esto nos obliga a utilizar lactoremplazantes (“feedcreep”) para asegurar la supervivencia de los destetes ultra precoces
Puede resultar problemático que algunas cerdas jóvenes paran por delante de la banda y no podamos cargarlas de lechones para optimizar las tetas. Cosa que en el momento en que nazca el grueso de la banda nos hará falta para evitar realizar nodrizas.
Este inconveniente, puede mitigarse utilizando progestágenos para agrupar las cubriciones
Al enviar las cerdas a matadero cada 4 semanas generamos más DNP, porque los abortos y repeticiones de cerdas acíclicas, pueden caer fuera de la selección de cerdas de matadero.
Se reducen la eficiencia de la granja.
Otro factor a tener en cuenta, son las cubriciones de las cerdas de primer parto y las repeticiones que se cubren a principio de banda.
El problema radica en que si repiten el celo, caen fuera del siguiente lote y será necesario administrar progestágenos para sincronizarlas con las cerdas del siguiente grupo o enviarlas a matadero. Además las cerdas jóvenes se nos pueden ir de peso. En definitiva, deberemos tener muy buenos porcentajes de fertilidad, para evitar que los DNP se nos disparen si optamos por este tipo de manejo.
En cuanto a instalaciones, al aumentar el número de animales por lote, nos hará falta más plazas en algunas zonas de la granja.
Cubrición-control
Al destetar una banda 4 veces mayor, nos hará falta más espacio para alojar a las cerdas que esperan para ser cubiertas.
Transición
Tendremos que añadir una sala, y pasar de 7 salas a 8 salas para poder hacer una división par de las dos bandas que ocupen el destete.
Maternidad
Para trabajar cómodamente y no tener que destetar varios días, será conveniente tener algunas plazas extras para poder entrar a parir las cerdas de principio de banda, aunque con las nuevas genéticas que están alargando las gestaciones, poco a poco se reducirá este problema.
OPCIONES A LA HORA DE CARGAR LAS CERDAS AL MATADERO
El manejo en bandas es una herramienta fundamental para el buen funcionamiento de la granja.
No existe el sistema perfecto, hay que valorar cuál se ajusta mejor las necesidades de cada explotación.
El número de animales no es el factor más importante a la hora de elegir el número de bandas.
Hay que tener en cuenta las instalaciones, el tipo de animales y el personal.